Con la denominación de este biotopo no pretendemos entrar en la polémica de muchos autores sobre su correcta definición de si son "estepas fácticas" , "pseudoestepas" o estepas mediterráneas. Únicamente consideramos que este territorio es una etapa de regresión por acción antrópica de la biocenosis del bosque, aunque reconociendo que las comunidades existentes ahora son muy antiguas e incluso anteriores a las prácticas agrícolas en este medio, en algunos puntos del mismo con fenómenos endorreicos.
En la Zona de Agricultura de Montaña, la Estepa está representada por la depresión que se inicia en la Sierra de Mojantes hasta los Royos y la Sierra de la Zarza. Su relieve es bastante suave, entrecortado en pocas ocasiones por algunas ramblas de poca entidad y con pequeñas elevaciones montañosas que no por ello dejan sin ver el paisaje estépico.
Este biotopo lo constituyen los extensos cultivos cerealistas (sobre todo de cebada y trigo) de ambas altiplanicies, donde se presentan "cabezos" o pequeños cerros con restos de encinar degradado, espartizal o tomillar-romeral. Aquí también se dejan ver muy diseminadas carrascas centenarias que anuncian lo que antaño debió ser gran parte del área.
A pesar del aspecto desértico que ofrece la estepa, en los últimos años los zoólogos y ecólogos valoran enormemente la existencia de estos territorios en la Península Ibérica, con especies únicas en toda Europa. En nuestras estepas las especies más interesantes son las aves, pudiendo citar: Sisón, Ortega, Alcaraván, Cogujada montesina, Calandria, Alondra, Terrera común. En los límites de fincas y cultivos, son frecuentes los amontonamientos de piedras apartadas del terreno de labor y algunas gigantescas carrascas, donde anidan el Mochuelo común y Collalba rubia en los primeros y Cornejas y Urracas en los segundos. En los cerros con espartizal y encinar degradado también pueden hallarse vertebrados como la Curruca carrasqueña, Curruca rabilarga, Zorro, Ratón de campo, Sapo común, Sapo corredor, Lagarto ocelado y Lagartija colilarga. Debido a las enormes posibilidades de pastoreo y las grandes densidades de ganado en régimen extensivo que ofrece la Estepa, es también este un medio esencial para la supervivencia de los Buitres leonados, aunque desaparecida la especie como reproductora en la ZAM en 1979, llegan campeando individuos de una buitrera situada en las limítrofes tierras granadinas y otra colonia de Nerpio, pudiendo juntarse en los festines alimenticios bandos entre sesenta y un centenar de buitres.