Hierba alta bianual o incluso perenne, con tallos que pueden alcanzar hasta 2 m de altura, gruesos, leñosos en la base, tanto que parecen ser un joven tronco, ramificados. Hojas pecioladas, con estípulas, suborbiculares, lobuladas, las inferiores mayores, de hasta 20 cm de diámetro, de color verde oscuro. Flores agrupadas en las axilas de las hojas, en número variable, rara vez solitarias, por lo común 2-3 por fascículo, hasta 5-7, pedunculadas, con epicáliz de piezas redondeadas de aproximadamente 1 cm. Corola muy vistosa, con pétalos de hasta 2 cm, de color violáceo rosado, algo púrpureas, de nerviación oscura longitudinal. Semillas agrupadas en fruto de tipo mericarpo.
Hábitat y distribución
Roquedos litorales próximos al mar, como ruderal y arvense por el interior, característica de herbazales en bordes de caminos, escombreras y particularmente en las proximidades de viviendas de campo y huerta. Especie Mediterráneo occidental, que alcanza diversos puntos del oeste de Europa, hacia el norte hasta Irlanda. En España es habitual en las provincias costeras, sobre todo en las del levante peninsular. En la Región de Murcia es una planta que puede verse de forma puntual en las inmediaciones de casas, muchas de ellas abandonadas y ruinosas.
Observaciones
Como se ha indicado en algunas publicaciones botánicas regionales, podría tratarse de una especie naturalizada, con carácter adventicio (puntual, cercano a donde fue cultivada la planta originaria), en algunos enclaves de la Región de Murcia, en concreto por el interior, donde ha sido utilizada por el especial atractivo ornamental que tiene durante la vistosa y abundante floración.
Una especie próxima, frecuente en los roquedos, que además suele perder las hojas en verano, es el malvavisco español o malva de roca (Lavatera maritima), de hojas verde glauco, cenicientas, con frecuencia de tamaño reducido, y flores solitarias con pétalos rosa pálido.
Muy parecida es Lavatera mauritanica, con la que puede confundirse, detectada recientemente (2013) en actividades desarrolladas por la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) en arenas litorales de La Manga e Isla Grosa (Cartagena).
José Antonio López Espinosa