Los Pérez de Arriba (Cartagena)
Detalle de la flor de la lenguaza egipcia (Anchusa aegyptiaca)
José Antonio López Espinosa
Mapa de distribución de la leguaza egipcia (Anchusa aegyptiaca) en la Región de Murcia
Mapa de distribución de la leguaza egipcia (Anchusa aegyptiaca) en la Región de Murcia
José Antonio López Espinosa

    Planta anual, herbácea, de 5 a 40 cm de altura, cubierta al completo de pelos rígidos y punzantes (pelos híspidos o setas), de tallos ascendentes, pocas veces ramificados, por lo general sólo los ejemplares más desarrollados. Hojas de ovadas a oblongas, obtusas, con margen sinuado y dentado, las inferiores pecioladas, las superiores sésiles, pegadas al tallo, de hasta 10-12 cm de longitud. Inflorescencias cimosas, con pocas flores, pediceladas, tubulares, pentámeras. Cáliz híspido, de piezas lineares o lanceodas, y corola blanco-amarillenta, de 4,5-6,5 cm de diámetro, de parte central sobresaliente, amarilla. Fruto de tipo núcula, pardo, ovoide, de aproximadamente 4 mm.

Hábitat y distribución

   Crece en ambientes ruderales, de fuerte influencia antrópica, en herbazales de cunetas y cultivos, principalmente, con frecuencia de naturaleza caliza, pero también sobre materiales metamórficos.

   Especie que se ha indicado como propia de las regiones sáharo-arábiga, irano-turania y este de la mediterránea, con una única localidad conocida en el Mediterráneo occidental, los Cabezos del Pericón y Sierra de las Victorias, en el término municipal de Cartagena, donde inicialmente se cita como silvestre, aunque con posterioridad se considera naturalizada.

Observaciones

    Planta detectada en 2004 por Sergio Martínez Mendoza, redescubridor del garbancillo de Tallante (Astragalus nitidiflorus) –endemismo cartagenero en peligro de extición–, que no fue citada como novedad para la flora de la Región de Murcia, Península Ibérica y oeste del Mediterraneo hasta 2008, en el artículo científico "Anchusa aegyptiaca (Boraginaceae), a new species for the Iberian flora" (Pedro Sánchez Gómez et al. 2008, Flora Mediterranea 18: 373-378), en el que se justifica su condición de especie silvestre y distribución particular por los sucesivos eventos ocurridos en la historia climática de Europa.

    Sin embargo, en la revisión del género para la obra Flora iberica (Santiago Castroviejo coord. 1986-), Benito Valdés, en el borrador del año 2011, trata al taxón como naturalizado, evidenciando que su presencia en territorio murciano tendría origen en una introducción involuntaria preterita e indeterminada en algún lugar de los campos de la Sierra de las Victorias y Cabezos del Pericón, donde se concentran los grupos de individuos y en la actualidad son habituales de los herbazales, siendo ésta una especie extendida y fácil de observar (Ángel Rabal Saura). 

    En cualquier caso, corresponde, como se indica en la publicación que la cita como nueva especie para la flora ibérica, sea cual fuere su origen, a una importante disyunción de gran relevancia paleobiogeográfica y, además, se trata de una planta exclusiva de Cartagena en la Península, por lo que es merecedora de seguimiento, protección y reconocimiento especial.

José Antonio López Espinosa