Siglo XIX. Desarrollo técnico: la albúmina, el colodión y el gelatino-bromuro
Con el calotipo se inició el desarrollo de la industria fotográfica, pero había que mejorar el procedimiento técnico para satisfacer la creciente demanda. En 1848, Niepce de Saint Victor introduce el negativo de albúmina sobre vidrio, ganando nitidez la imagen, aunque se aumentaba el tiempo de exposición. En 1851, Scott Archer perfeccionó el método sensibilizando las placas con colodión minutos antes del disparo fotográfico, con ello redujo el tiempo de exposición a 2 segundos y consiguió imágenes de gran nitidez. Sin embargo, este procedimiento presentaba grandes dificultades en los exteriores a causa de todo el material que se tenía que transportar y lo delicado del proceso. Con todo, España continuó siendo visitada y fotografiada por profesionales extranjeros, entre ellos destacan Charles Clifford y Jean Laurent, de los que se conservan gran número de placas fotográficas de paisajes rurales y urbanos, folclore y monumentos de la Región de Murcia.
La solución a esas limitaciones técnicas fue el procedimiento fotográfico llamado gelatino-bromuro o placa-seca creado en 1871 por Maddox y mejorado en 1878 por Bennett que acabó desplazando al colodión húmedo a partir de 1882. Este método permitía almacenar las placas durante meses y, una vez expuestas, no era necesario revelarlas inmediatamente. Desde ese momento, la industria fotográfica se desarrolló con gran rapidez y los profesionales podían trabajar con mayor comodidad tanto en los estudios como fuera de ellos; producían más, más rápido y por menos precio. Aunque, en España, y en especial en Murcia, no se adoptó definitivamente hasta comienzos del siglo XX.
En España, la masificación de la fotografía se produjo entre 1870 y 1890 por la proliferación de los estudios y por el abaratamiento de los precios. En efecto, desde 1868 la fotografía adquirió una nueva dimensión social con la utilización de la "tarjeta de visita" (6x9 cm) que, por su bajo coste, se convirtió en la forma más popular de retratos, propios y de celebridades, así como el retrato de difuntos realizado con el deseo de perpetuar la imagen de un ser querido. En la Región fueron muchos los fotógrafos ambulantes o establecidos que utilizaron este formato durante varias décadas entre ellos se encuentran: Banet, Linares, Olivares, Maury o Picazo en Cartagena, José Rodrigo en Lorca, Juan Almagro o Ricardo Ribera en Murcia y Fernando Navarro en Totana.
Las fotografías con formato de "tarjeta postal" tuvieron gran difusión en la Región a partir de los sucesos del Cantón de Cartagena (1873-1874) recogidos en la imágenes del lorquino J. Rodrigo. Otros hechos catastróficos como la inundación de Santa Teresa en 1879 en Murcia fueron fotografiados por Juan Almagro y luego comercializado. También eran muy solicitadas las postales de vistas de las ciudades de Cartagena y Murcia producidas por diferentes fotógrafos y editadas la mayoría por Hauser y Menet, aunque también por el francés Lasserre instalado en Cartagena y pionero en la Región de la edición de tarjetas postales.
En 1888, la cámara Kodad 100 Vista revolucionó el mundo de la fotografía al sustituir las placas de cristal por el carrete de papel. La fotografía se extendió a los aficionados provocando una importante alteración en los tabajos profesionales que se dirigieron hacia la prensa y las revistas gráficas Blanco y Negro (1891), Nuevo Mundo (1894) y La Revista Moderna (1897). Por lo tanto, el cambio de siglo viene marcado por dos tipos de actividad fotográfica: la de estudio y la de prensa.