Si Roque López se merece bastante más del silencio que ha rodeado a su figura, con motivo del segundo centenario de su muerte, la celebración de este acontecimiento hubiese supuesto para la Real y Muy Ilustre, Venerable y Antiquísima Archicofradía del Cristo de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo una emoción especial. Se debe a que una de nuestras imágenes más valoradas, apreciadas y que inspira fervorosa devoción es original de este escultor murciano. Se trata de La Dolorosa, que fue tallada en 1787.
Aunque del taller de Roque López –escultor pródigo, que siempre ha sido respetado como el mejor discípulo de Francisco Salzillo– salieron otras imágenes similares, la perteneciente a nuestra Cofradía contiene unas formas muy precisas, que la acercan a La Dolorosa, tan emocionalmente venerada, que brotó de las manos del maestro. Nuestra Virgen contiene en su rostro la angustia provocada por el sufrimiento ante el calvario de su Hijo. De sus ojos, que miran al cielo como muestra de divina e incierta esperanza, manan lágrimas irresistibles, capaces de inundar sus brazos abiertos y acogedores. Roque López nos dejó en esta imagen de la Virgen dolorida una prueba evidente de sus saberes escultóricos, a la vez que nos legó la secuela de su imperecedero maestro.
La Real y Muy Ilustre, Venerable y Antiquísima Archicofradía del Cristo de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo se une con afecto y respeto al homenaje que la Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús le rinde, y con el que evoca la figura de tan insigne escultor murciano.
Carlos Valcárcel Siso
Presidente de la Real y Muy Ilustre, Venerable y Antiquísima Archicofradía del Cristo de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo