Junto al Municipio de Lorca y el de Puerto Lumbreras, conforman la Comarca de Lorca, la comarca costera de la Región de Murcia situada más al Sur, limítrofe con la provincia de Almería.
En su territorio observamos una gran variedad de ambientes geográficos, desde las tierras altas del Norte de Lorca ciudad, terrenos arcillosos a unos 500 metros sobre el nivel del mar por los que discurren en pendiente ramblas de aluvión que conforman la cabecera del Guadalentín, hasta las costas llanas de Águilas por el Este y Lorca por el Oeste, atravesando por el extenso valle que conforma la cuenca del Río Guadalentín que se separa de éstas por serranías repletas de barrancos y ramblas (vías de comunicación).
Observamos de nuevo unos emplazamientos costeros en llano, junto a recursos agropecuarios y mineros de sierras formadas en el cuaternario que se conectan por medio de ramblas con el cauce del Guadalentín, valle fluvial que comunica estas tierras con la Huerta de Murcia y el Río Segura, cuna de asentamientos indígenas desde el Paleolítico, Neolítico, la Cultura Argárica y el Mundo Íbero y las colonizaciones y aculturaciones fenicias y en contacto con la costa.
Posteriormente será la República Romana a partir del siglo III a.C., quien conquistará y ocupará la zona al Imperio Carthaginés, establecido desde siglos antes sobre los asentamientos íberos y fenicios y sobre las mismas rutas de comunicación. A partir del siglo I d.C. cobrará especial importancia la industria de los salazones y la minería, a semejanza del resto de la Región durante el Imperio Romano.
Ya en época medieval se establecerán los musulmanes, aumentando la producción agrícola, para vivir momentos más oscuros tras la Reconquista y debido a su carácter de frontera y continuas incursiones de piratas berberiscos. El siglo XVI traerá paz y desarrollo económico, mientras el siglo XVII correrá la misma suerte que el Imperio Español. Durante el siglo XVIII se crea ex-novo la ciudad de Águilas en la costa de Lorca y embalses y pantanos en el Guadalentín que incentivan el ascenso demográfico y productivo que acabará en el siglo XIX con desbordamientos de embalses, Guerra de Sucesión española y malas cosechas.
Ya en el siglo XX se vive otro repunte auspiciado por las potencias europeas que reclaman metales de sus minas y productos agrícolas durante la 1ª Guerra Mundial, al acabar la misma esta demanda cesa y se produce un desequilibrio entre recursos y población que provoca despoblamiento y emigración.
Toda la comarca se dispone de Noroeste a Sureste, desembocando en el Mediterráneo y dejando en medio el cauce del Guadalentín que continuará por tierras de Mazarrón y Murcia por el Este hasta la desembocadura del Río Segura en Guardamar; y por el Oeste por Almería, su costa y la cuenca del Guadalquivir, reflejando de nuevo esta conexión entre asentamientos indígenas y fenicios característicos de Andalucía en la antigüedad y que vemos se extienden (¿sin solución de continuidad?) por Levante comunicados por tierra y mar.
José Rodríguez Iborra