La zona costera del municipio de San Pedro del Pinatar es la primera de la Región de Murcia por su lado Norte, limitando con el municipio alicantino de El Pilar de la Horadada y extendiendo parte de sus 21 km2 por una lengua de tierra que constituye el principio de La barra de La Manga del Mar Menor, como apreciamos en el mapa.
Los distintos períodos geológicos y glaciales conformaron la zona que va desde la ciudad de Cartagena hasta San Pedro, pasando por todo el Mar Menor como una gran llanura aluvial (el Campo de Cartagena) con una suave inclinación hacia el Mar Menor, siendo inundadas por el mar las zonas costeras e iniciándose el proceso de colmatación con aportes arenosos y de fango de toda una Barra de origen calcáreo, la actual Manga del Mar Menor.
Este hecho conformará su actual configuración (también desde época antigua con los primeros naufragios) de zona de playa de arena con lecho marino rocoso alternado con zonas de praderas de posidonia y de muy escasa profundidad, 1-10 metros y adentrándose cientos de metros hacia el horizonte marítimo por el lado del Mar Mediterráneo.
La corriente natural llega de Norte a Sur, mientras los vientos dominantes son de Levante (Este) en los meses estivales (la época de navegaciones en la antigüedad) lo que provoca el arrastre de las naves hacia La Barra, además, se da la situación de que en esta costa existe una formación rocosa submarina que se extiende a modo de talud por todo este litoral a unos doscientos metros de la costa, en paralelo a la misma y a escasos metros de profundidad o menos de uno en ocasiones.
Lo que crea una muy peligrosa zona de navegación, sobre todo con barcos poco gobernables, de vela y muchas veces con sobrecarga y costas con escasa o nula iluminación.
Ya en tierra, toda esta lengua, el último tercio de la Barra que hoy conocemos como La Manga, constituye el Parque Regional de las Salinas y Arenales de San Pedro, zona protegida de alto valor ecológico que se corresponde con las legendarias salinas, campos de cultivo y pinares de época antigua.
Esta llanura que viene desde Cartagena conformó en la antigüedad el Campus Spartarius, atravesado por la Vía Augusta en su camino desde los Pirineos hasta Cádiz por tierra y puerto marítimo principal del Imperio Cartaginés en un principio, de la República e Imperio romanos (Carthago-Nova), de Bizancio, visigótico y del Islam y, tras la Reconquista, de Aragón-Castilla y posteriormente de España.
A estas costas llegaron los vinos itálicos, las vajillas y objetos suntuarios… y desde ellas se exportaron los aceites de La Bética (Sur de Andalucía), el famoso Garum (la pasta-salsa de pescados salados y dejados a secar), los salazones de pescado (como en la actualidad: huevas de maruca, atún, caballa…) y la sal procesada en El Pinatar, objetos de lujo todos ellos y que viajaban hacia Roma, donde eran enormemente apreciados por su calidad. Además de metales como la plata y plomo ya procesado en lingotes de las minas de Carthago-Nova.
Constatamos así, un gran pasado romano para todo el municipio, atestiguado en las villas de explotación agropecuaria y salinera de El Salar, El Mojón, La Torre Vieja y los yacimientos subacuáticos (De Norte a Sur) de El Mojón y Esculls del Mojón, La Torre Derribada, Puerto, La Barra, Dunas del Pinatar, San Ferreol, y Punta de Algas.
José Rodríguez Iborra