Las fuentes y archivos testimonian que en Murcia, durante el siglo XVI, especialmente a partir de 1560, hubo abundancia de pintores que trabajaban en el territorio o incluso fuera, como el caso de Pedro Fernández, pseudobramantino, que trabajó en el reino de Nápoles. Pero muchas veces las circunstancias históricas o los escasos encargos de pintura no nos han dejado muchos ejemplos de pintura renacentista en Murcia. El Museo de Bellas Artes de Murcia custodia algunos de los trabajos renacentistas que restan de expolios, pérdidas o destrucciones.
La figura de Hernando de los Llanos sobresale entre los autores, con obras como los Desposorios de la Virgen o la muy conocida escena del Milagro de la Vera Cruz. La pintura de Llanos, que inicia su estancia en Murcia en 1516, es una pintura amable que utiliza muchos de los recursos que el Renacimiento italiano plantea, como los fondos arquitectónicos. La influencia de Leonardo, de quien fue discípulo en Florencia, puede observarse en los rostros femeninos, cierta sfumatura y una paleta de color que traduce la viveza de los colores utilizados en Italia. Pero las influencias italianas no deben dejar de lado la aportación local de Llanos, la perspectiva española aplicada a los objetos, y las tipologías alfo flamencas de los rostros que siguen recordando a los grandes renacentistas españoles como Berruguete, sin llegar claro a la perfección de aquel.
Otro de los pintores destacados del Renacimiento en Murcia es Juan de Vitoria, su retablo con la Historia de Santiago, realizada en 1552, está custodiado en el MUBAM y es una interesante muestra. El estilismo de Juan de Vitoria muestra por un lado el aún arraigado estilo gótico, en un relato que distribuye personajes en perspectivas poco recreadas, y por otro lado las nuevas tendencias compositivas, con una mayor libertad de movimientos, gestos, etc.
El gusto por lo gótico se perpetúa en el siglo XVI, con tablas anónimas en las que los santos siguen mostrándose de medio cuerpo y con un detalle en el dibujo y la composición propios de la pintura flamenca o de maestros españoles como Berruguete. La hoja de oro fino sigue siendo el recurso más utilizado para tablas y retablos donde aún falta la perspectiva renacentista y la recreación de volúmenes a través del color más que de la línea. Un buen ejemplo de obra del XV todavía inmersa en conceptos góticos es la Tranfiguración del Maestro de Fontanals.
Las características de este goticismo podemos contemplarlas, también en el MUBAM, junto a obras mucho más innovadoras como la Sacra Convesación de Francisco de Comontes, una obra muy del gusto italiano en cuanto a la iconografía y que permite adivinar las nuevas tendencias renacentistas.
Sacra Cantero Mancebo