La continua llegada de artistas de otras nacionalidades, sin depender para ello de una mediación cortesana, es una de las peculiaridades de las regiones mediterráneas y fue responsable de la formación y desarrollo de una escuela local. Perteneciente a este movimiento, Nicolás Salzillo, al igual que antes hiciera el estrasburgués Nicolás de Bussy, o el procedente de Marsella Antonio Dupar, trae de su tierra nuevos matices foráneos, en este caso los de la escuela napolitana.
El principal mérito de Nicolás Salzillo es haber servido de puente entre generaciones decisivas de la escultura murciana. Especialmente relevante en él es la influencia de la escuela napolitana y sus valores, los cuales sabe plasmar en la educación artística de sus hijos. En consecuencia, se puede decir que gracias a él y a su heredero, Francisco Salzillo, la escultura murciana alcanza su más alto nivel.
Fuentes Bibliográficas:
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BELDA NAVARRO, C. y HERNÁNDEZ ALBALADEJO (2006). Arte en la Región de Murcia. De la Reconquista a la Ilustración, en Monografías Regionales. Ed. Ligia Comunicación y Tecnología, Murcia, 2006. pp. 361-369.
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RAMALLO ASENSIO, G. (2007). Francisco Salzillo. Arco Libros, Madrid.