Nicolás de Bussy. Estrasburgo, mitad del siglo XVII-Valencia, Diciembre de 1706
Nicolás de Bussy nace en Estrasburgo a mitad del siglo XVII, una zona tolerante con el protestantismo y constantemente amenazada por las ansias expansionistas de Francia.
Su llegada a España el 23 de enero de 1662 tiene como primer destino el taller del escultor Tomás Sanchís en Valencia. Coincidiendo con el inicio de su actividad profesional se hace patente que el barroco ha llegado a la zona.
Etapa de Alicante
Su llegada a Alicante se debe a un encargo de un Cristo para Enguera (1673), participando de la creciente demanda de artistas que la ciudad experimenta a raíz de la inauguración de la iglesia colegial de San Nicolás, donde, muy probablemente fue responsable de la realización de los retablos.
Allí contrae matrimonio con Micaela Gómez, en 1676, siendo ella de ascendencia toledana. También establece amistad con otros artistas como los pintores Senén Vila y Juan Conchillos. Su amistad perjudica al grupo, que es acusado de “alumbradismo” una orientación religiosa relacionada con el protestantismo y de la que Nicolás de Bussy más tarde se arrepentiría.
En estas fechas (1675-76) le encargan su primer trabajo para la ciudad de Murcia. Se trata de una escultura del Rey Fernando III "El Santo" para la Catedral.
Escultor Real: Etapa en el Palacio de Aranjuez
Según ciertas fuentes, el escultor es traído de Italia por Don Juan de Austria, por entonces primer ministro de la monarquía, en 1678, con el encargo de realizar las fachadas de Palacio de Aranjuez. Más tarde colaboraría en la decoración de las estancias del Rey, es decir la Cámara, la extensa Galería o “Salón” y el Despacho del rey.
De esa época se le atribuye un busto de Felipe IV y otro busto del cardenal Don Pascual de Aragón conservado en el Museo de Santa Cruz de Toledo. El taller madrileño que allí establece se mantiene abierto hasta 1699.
Llegada a Murcia
El escultor acude a Murcia en torno a 1688 debido al florecimiento económico (la industria de la seda) que enriquecía a cofradías y conventos y permitió los encargos de la Archicofradía de La Sangre, de la Cofradía de la Misericordia de Lorca, de la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores y los Santos Pasos de Murcia, y de las Iglesias de Santo Domingo y San Bartolomé, entre otros.
Su estancia se ve continuamente afectada por viajes a Madrid, donde permanece abierto su taller, así como visitas a Valencia y Alicante. También acude a otras demandas como los trabajos en Orihuela (1680-82). Allí Nicolás de Bussy es requerido para confeccionar una o más plantas para la catedral, retablo y tabernáculo del altar mayor. Su actividad retrablista se complementa con los trabajos en el Retablo Mayor de la iglesia de San Bartolomé (encargado en 1678).
La influencia del escultor en el ambiente artístico de la Murcia de la época es muy notable, y en el campo de la escultura es responsable del desarrollo de Nicolás Salzillo, padre de Francisco Salzillo, que aumenta la calidad de su producción con la marcha del estraburgués, tras haber asimiliado grandes rasgos de su estilo. Junto con los Caro, la familia de retablistas que le acogió en Murcia, introdujo los temas de la columna salomónica y repertorios de esculturas de niños y frutas.
Entre los trabajos más destacados que realizó para Murcia están los Pasos realizados para la Archicofradía de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, en concreto la escultura del Titular, el Santísimo Cristo de la Preciosísima Sangre, entregada en 1693.
Un segundo conjunto lo constituyen la Negación de San Pedro, el Santo Ecce Homo y el de la escultura de Nuestra Señora de la Soledad (1688-1703).
La Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores y los Santos Pasos le encarga en 1700 un conjunto representando un Calvario, destinado a la ermita del Convento de San Diego, que no se conserva. Para la Compañía de Jesús, para la Iglesia de San Esteban de Murcia, realizó la escultura de San Francisco Javier., que actualmente se encuentra en la Iglesia de Santo Domingo. Asimismo, se le atribuye también la autoría de una escultura de San Francisco de Borja que actualmente se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Murcia.
En Lorca le encargan un Cristo crucificado para su ermita del Calvario o Vía Crucis, trabajo que se relaciona con los encargados en Murcia para la mencionada Hermandad de los Siete Dolores y Santos Pasos de Murcia. Existen también otros encargos en la Región como la escultura de Nuestro Padre Jesús Nazareno en la iglesia de Nuestra Señora de los Remedios en Albudeite, o el atribuido Cristo Maniatado en la iglesia de El Salvador en Caravaca de la Cruz.
Probablemente debido a su orientación política, como ferviente defensor de los Austrias, frente a una ciudad en donde la causa borbónica cobra fuerza, la marcha de Nicolás de Bussy resulta apresurada (1704). Ésta sería la razón de que no existan muchos documentos sobre su estancia en Murcia.
Últimos años
Nicolás de Bussy pasa sus últimos años de vida (1704-1706) en Valencia. Allí ingresa como novicio en el convento mercedario de la vecina Segorbe, trasladándose después al convento de la Merced de Valencia, donde fallece en diciembre de 1706.