En julio de 1912 se inauguró la primera imprenta que existió en Cehegín. El establecimiento se encontraba ubicado en la calle Obispo Caparrós y era regentado por Salvador García Gómez, quien recibía la ayuda del joven literato Antonio José Sánchez Guerrero. La puesta en funcionamiento de la imprenta facilitó la aparición de publicaciones periódicas. El semanario Cehegín pasó a imprimirse en sus dependencias. Paralelamente se anunció la salida de un periódico llamado Don Procopio.
El 2 de febrero de 1913 apareció el primer número de Don Pío. Es posible que su redacción estuviera compuesta por aquellos que iniciaron el proyecto de Don Procopio, periódico sobre el que no hay constancia de que llegara a aparecer. Se denominaba “semanario agridulce independiente”, lo que indicaría su condición satírica. Sin embargo, Don Pío no responde exactamente a esta definición. Se componía de extensos artículos intemporales y de informaciones en las que muestra ciertas discrepancias con los políticos municipales. Con el paso del tiempo prestó una mayor atención a las noticias. Una de las cuestiones en las que más incidió fue en la conveniencia de derribar el castillo. El último número que se conserva es el 20, del 15 de junio de 1913.
Publicaciones religiosas
A raíz de la desaparición de Don Pío se abre un paréntesis de trece años en el que no se conoce la existencia de más periódicos. A partir de 1926 se inicia una nueva etapa en la prensa local, en la que resalta la difusión de publicaciones religiosas. Merece una especial mención el Patronato Católico de Enseñanza que editó varias revistas con el objetivo de promocionar la labor que llevaron a cabo en el campo de la enseñanza popular.
La primera de ellas fue una revista mensual que apareció en agosto de 1926 bajo el título de Alma Joven (que repiten en varias ocasiones). Sin embargo, en septiembre sale a la venta afirmando que su título correcto es Alma Juvenil. (tal vez la modificación de su nombre fue una medida para que la publicación no fuera confundida con una revista murciana del mismo título que editaba Antonio Sánchez Maurandi). En su primer número dice que "este Boletín servirá de complemento a la obra de los Patronatos, exponiendo en sus columnas nuevas y bien definidas orientaciones pedagógicas”. Su lema era religión, patria, ciencia y trabajo. Además de artículos religiosos, incluye información del propio Patronato Escolar. Su tamaño era muy pequeño. Tenía entre 16 y 20 páginas, dependiendo del número, varias de ellas dedicadas a la publicidad. La revista editó su último número en diciembre de 1926.
El relevo de Alma Juvenil fue recogido por una revista mensual llamada El Patronato, fundada por Francisco Azorín a principios de 1927. Su existencia se prolongó al menos hasta agosto de ese año. No se conservan ejemplares, aunque se intuye que su formato sería muy similar al de Alma Juvenil. Según afirma el diario La Verdad, El Patronato se hacía eco de las manifestaciones culturales de Cehegín. En el otoño de 1930 apareció otra publicación religiosa: Patria y Hogar, una hoja editada por Acción Católica.
Revistas de corta duración
Industrias, Comercio y Agricultura fue “una revista comercial” de periodicidad decenal que aparecía los días 1, 10 y 20 de cada mes. Su director y propietario fue Antonio José Sánchez Guerrero, quien afirmó que el objetivo de la publicación era divulgar “las excelencias, progreso y laboriosidad de este hermoso pueblo, hoy ciudad, en donde la tierra se muestra generosa y fructífera, y su industria se desarrolla próspera y floreciente”. La revista, que se nutría esencialmente de artículos intemporales, publicó numerosas fotografías. Sólo hay constancia de la aparición de tres números.
El 1 de septiembre de 1929 apareció Cehegín Ilustrado, una revista quincenal de pequeño tamaño que recogía artículos intemporales históricos y literarios, así como poesías, actos religiosos, artículos de opinión, información sobre tauromaquia y breves ecos de sociedad. Pese a ser una revista ilustrada apenas publicó fotografías. Tras el número 2 anunció que tendría una periodicidad decenal de entre 12 y 14 páginas. No se conservan números posteriores a éste.