La temporalidad de los caudales, con sequías que pueden ser prolongadas, y la salinidad del agua, son los dos factores ambientales que determinan la presencia de las distintas especies de vegetación de las ramblas. Si ésta es dulce, y el nivel freático se encuentra próximo a la superficie, aparecen juncales (Juncus maritimus, J. subulatus, J. acutus y Scirpus holoschaenus) y carrizales (Phragmites australis), las formaciones más características de las ramblas, ya sea su caudal temporal o permanente. En las ramblas con poca o ninguna salinidad se dan formaciones arbustivas de baladrales (Nerium oleander), especie muy aprovechada en jardinería por su adaptación a la aridez. Y cuando hay cierta salinidad, es frecuente la presencia de bosquetes de tarays (Tamarix canariensis, T. boveana, etc.), sosas, almarjos (Suaeda vera, Suaeda maritima, Arthocnemum macrostachium, A. glaucum, Sarcocornia fruticosa) y escobillas (Salsola genistoides). Las especies con mayor porte son los tarays, especialmente densos y de elevado porte en las ramblas influenciadas por las fluctuaciones de los embalses.
También aparecen plantas más nitrófilas (Thymalea hirsuta, Retama sphaerocarpa, Ditrichia viscosa, Frankenia corymbosa o Halimione portulacoides) junto a varias especies de Limonium, completando la comunidad vegetal de las ramblas. Entre las especies halófilas cabe destacar la presencia de Halocnemum strobilaceum en el humedal de Cañada Brusca (Águilas), próximo a la desembocadura de la rambla, por su notable valor de conservación
En cuanto a las que habitan en el cuerpo de agua, algas y macrófitos, alcanzan grandes desarrollos potenciadas por la insolación y las temperaturas elevadas. En general, la flora acuática de las ramblas presenta gran abundancia de especies eurihalinas, es decir, son capaces de soportar un amplio rango de variación de la salinidad, junto a otras más halófilas. Una gran variedad de especies de algas y macrófitos colonizan los diferentes hábitats de las ramblas, dependiendo de la profundidad de la lámina de agua y del tipo de sustrato. Son especies típicas Ruppia maritima, Zannichelia pedunculata y Z. palustris, o el grupo de las Charas, con Ch. canescens, C. vulgaris, C. major y Tolypella glomerata entre otras.
Al igual que ocurre con los macroinvertebrados acuáticos, los condicionantes físicos de las ramblas permiten la existencia de una amplia diversidad de especies de algas, habiéndose descubierto en ellas numerosas citas nuevas tanto para la taxonomía del sureste ibérico, como para toda España, especialmente en las ramblas salinas murcianas (Aboal, 1991). Así mismo, numerosas especies presentan un notable interés como indicadoras de contaminación, especialmente en el grupo de las cloroficeas filamentosas.
Una de las funciones esenciales que cumple la vegetación en las ramblas, además de hábitats para muchas especies, y de corredor entre distintos ecosistemas para otras muchas, es la de laminar las avenidas, retrasándolas, sujetando y conservando además el suelo, frente a la erosión. Las equivocadas tareas “de limpieza” de cauces, desproveyendo de vegetación a las ramblas, no hace sino aumentar el poder destructor de las aguas torrenciales que canaliza, aguas abajo.