Manuel Prats Guerendiain nació en Portugalete (Vizcaya), el 1 de enero de 1902. Sus primeros pasos como futbolista los dio en el equipo de su ciudad natal. En la temporada 1923/1924 se incorporó al Baracaldo FC.
A partir de 1926, el Real Murcia procuró reforzarse para oponer una mayor resistencia a los equipos nacionales a los que se enfrentaba. El club grana no tenía excesivos problemas para clasificarse para el Campeonato de España, pero en esta competición se mostraba inferior a sus rivales. Algún directivo o técnico del club tuvo la feliz idea de realizar un seguimiento a jugadores catalanes y vascos de equipos de segundo nivel, pues eran futbolistas muy competitivos y su sueldo era asumible para la entidad.
Fichaje por el Real Murcia
De este modo, en junio de 1926 el Real Murcia contactó con Manuel ‘Pachuco’ Prats, quien permanecía en las filas del Baracaldo. Parece ser que sus actuaciones no llamaron la atención del Athletic de Bilbao, club que la temporada anterior había incorporado a su compañero Ramón Lafuente y que realizaba un gran seguimiento a los jóvenes talentos de la región.
Como era preceptivo, Pachuco Prats pidió permiso a la Federación Vizcaína para desplazarse a Murcia a jugar unos partidos. El 30 de junio se enfundó por primera vez la elástica grana para disputar un encuentro amistoso frente al Levante de Valencia, equipo al que el Murcia derrotó por 2-0. El juego del futbolista vasco convenció al club, que inmediatamente inició los trámites para formalizar su fichaje. Sin embargo, la negociaciones con su anterior equipo se hicieron largas, y hubo de apurar los días finales del mes de agosto para tener su licencia federativa en regla.
Convocatoria de la Selección Española
Al inicio de la temporada 1926/1927, Prats se reveló como un jugador excepcional. Los cronistas que seguían los partidos del Real Murcia destacaron en todos los encuentros la actuación del bajito y fibroso centrocampista vasco. Su fama trascendió a nivel nacional. Tal es así, que en noviembre fue citado por el triunvirato que entrenaba a España para disputar un partido de preparación que serviría para perfilar la futura alineación de la Selección Española que se mediría más tarde a Hungría.
A priori, sorprendía enormemente esta convocatoria, pues hasta ahora la Selección Española se había compuesto por futbolistas que jugaban en equipos de Cataluña y el País Vasco, y, en menor medida, por jugadores de clubes de Madrid, Andalucía y Galicia. Los seleccionadores no tenían en cuenta a los futbolistas que militaban en clubes del sureste peninsular, pues consideraban que éstos tenían un nivel muy inferior a las de otras regiones españolas y que, por tanto, no dispondrían en su plantilla de jugadores válidos para integrar la Selección Nacional.