El inicio del siglo XX supuso un punto de inflexión en la historia de la prensa unionense. El mayor control de los caciques locales, la despoblación que se produjo debido a la crisis económica y la desaparición de figuras emblemáticas del periodismo local trajo como consecuencia un importante descenso del número de cabeceras con respecto a la década anterior.
En el verano de 1900 empezó a publicarse Heraldo de La Unión, un periódico que se denominaba independiente y que centraba su atención en noticias locales, artículos de opinión e informaciones sacadas de otros periódicos. La última referencia sobre su existencia data de noviembre de este año. Un mes antes apareció una publicación no periódica llamada El Bouquet, editada con motivo de la celebración de una Kermesse (fiesta lúdico religiosa) con el fin de recaudar fondos para costear las obras del nuevo templo parroquial.
Miguel de Unamuno escribe en un periódico unionense
El éxito que tuvo El Renacimiento propició la aparición de un nuevo diario. Se trata de El Pueblo, que editó al menos 885 números entre 1901 y 1904, aunque sólo se conservan dos ejemplares. El último de ellos es un número dedicado a la Fiesta del Árbol que incluye un artículo firmado por Miguel de Unamuno, en el que el escritor vasco contaba los recuerdos que le produjo una visita a La Unión, a la vez que elogiaba a los organizadores de la Fiesta del Árbol. “Cuando visité ese laborioso pueblo de La Unión surgido del duro trabajo de la minería, entre las mil agradables impresiones recibí una triste y fue la de la aridez de esos campos escuetos y calcinados donde apenas alza la cabeza sino la chumbera desdolida donde toda verdura se agosta...ha sido tan grande acierto la Fiesta del Arbol...al salir de la triste y terrible sombra del pueblo minero ¡que descanso reposar a la sombra del árbol que abre al sol sus hojas!”.
No se sabe el motivo por el que se conservan muy pocas publicaciones de este periodo. Hasta nosotros sólo han llegado dos números de los casi 900 que sabemos que editó El Pueblo. Tampoco existen ejemplares de Gente Joven, una publicación dirigida por José María Molina que debió de aparecer a principios de 1901, ni de La Semana Minera, un periódico dirigido por Florencio Sánchez Herrera que también apareció a principios de 1901. Tampoco han llegado hasta nosotros Heraldo de La Unión que se publicó en una segunda época a principios de 1902, ni El Faro, periódico dirigido por Mariano Grao Alpañez, Calahonda, cuyas noticias son de noviembre del mismo año, ni Gente Nueva un semanario que se publicaba en marzo de 1904.
Descenso del número de publicaciones
El vacío que dejó la desaparición de El Renacimiento fue ocupado por otro diario de la misma ideología: La República nacido en 1903, que al igual que aquél estaba editado por el Círculo Republicano. Tal y como sucede con las publicaciones de principios de siglo apenas hay datos sobre este periódico, del que únicamente se conserva un número (el 306 del 30 de octubre de 1904) en el que se aprecia el lenguaje agresivo que utilizaron otras publicaciones de ideología similar. Durante un tiempo La República tuvo que competir con La Región, un diario de información general que apareció a principios de 1904 y del que sólo se conserva un ejemplar.
Las causas anteriormente apuntadas motivaron que se abriera un paréntesis entre 1904 y 1908 en el que no se conoce la existencia de periódicos locales hasta la aparición de Germinal hacia julio de 1908. Se trata de un semanario dirigido por el poeta Serafín Tortosa Olmos que se denominó independiente. Su tirada era de 300 ejemplares. No se conserva ninguno de ellos, aunque parece ser que su vida se prolongo durante un año.