Independientemente del sustrato, la climatología regional está influenciada de forma muy clara por la orografía. Por el oeste, las sierras subbéticas, a poniente de Revolcadores y de nuestras montañas más altas, se encuentran los macizos de mayor altitud y extensión del sur de la península, junto a Sierra Nevada y otras elevaciones béticas. Estas sierras subbéticas (Cazorla, Segura, Las Villas, La Sagra, etc.) presentan una orientación suroeste-noreste de cientos de kilómetros de extensión y suponen una barrera para los temporales predominantes de España, que entran por el Atlántico. Estos temporales de poniente llegan debilitados y en este punto son arrastrados al noreste, por lo que nuestra región queda en una sombra de lluvias la mayor parte del año, a la espera de las borrascas de levante, en otoño, que en muchos casos no llegan a producirse o por el contrario provocan lluvias torrenciales. Por esto, la precipitación que recogen diferentes zonas de la Región de Murcia es muy dispar. Mientras que en puntos del Noroeste se registran medias de 650 litros por metro cuadrado (mm/m2) anuales, en Águilas no se alcanzan los 250 mm/m2 y se roza el límite de la aridez (200 mm/m2), quedando por debajo de éste en los años más secos, prácticamente las puertas del desierto.
No olvidemos la diferencia de precipitación existente entre estas dos zonas de nuestra Región: más de 400 litros por metro cuadrado. Por tanto, la vegetación de estos lugares, tan diferentes y a la vez tan próximos, a sólo 50 km en línea recta norte-sur, pasa de pinares de pino blanco de alta montaña (Pinus clusiana) y pino rodeno (Pinus pinaster) a los espartales y romerales secos de las laderas soleadas próximas al mar.