Pequeño arbusto perenne, de hasta 60-70 cm de altura, de porte almohadillado, muy ramificada desde la base, con ramas intrincadas y compactas, verdes, glabras en la madurez, estriadas, erectas o erecto-patentes, rematadas en espina fuerte, punzante. Hojas entremezcladas en la maraña de ramas, dispuestas de forma opuesta, compuestas, con peciolo corto y raquis largo, de foliolos reducidos, de oblongos a lanceolados, con extremo romo y base atenuada, seríceos, plateados. Flores mayoritariamente en número de dos, opuestas entonces entre sí, o bien en verticilos de 3, raramente 4, de color azul violáceo, con cáliz de aspecto inflado, cubierto de pelos blanquecinos. Fruto de tipo legumbre, oblonga, con 3-6 semillas.
Hábitat y distribución
Matorrales cumbreños de las sierras calizas, donde es especie dominante y definitoria de la vegetación almohadillada. Planta del Mediterráneo occidental, de la Península Ibérica y norte de África, que esta presente en buena parte de España, en la ecología indicada. En la Región de Murcia se presenta de forma habitual en las montañas altas del interior, a partir de los 1000-1200 m, siendo clara indicadora del piso bioclimático supramediterráneo. Común en las cumbres de las sierras del Noroeste, Cambrón, Espuña, El Carche, testimonial en la Sierra de Ricote y del Oro.
Observaciones
La forma almohadillada, el porte redondeado, con ramillas intrincadas, compactas, rígidas o espinosas, de esta y otras plantas que viven en zonas altas de las montañas (Hormatophylla spinosa, Genista longipes, etc.) es una adaptación al medio en el que viven. No sólo les permite resistir los envites del fuerte viento sino que a su vez dejan menos expuestas las partes palatables a los herbívoros, haciéndolas inaccesibles al ramoneo.
José Antonio López Espinosa