El vencejo real es el más grande de los vencejos, con más de medio metro de envergadura alar (de una punta del ala a la otra). En cuanto al plumaje es oscuro en toda la zona dorsal y blanco en la parte ventral, con una faja pectoral oscura. Además del reclamo, que es muy diferente al de otros vencejos, lo más llamativo es su enorme tamaño. Ambos sexos son iguales.
Hábitat y Distribución
Es una especie estival, llegando a lo largo del mes de marzo y desapareciendo en el mes de septiembre hacia sus cuarteles de invierno en el África ecuatorial.
El vencejo real se encuentra ligado a zonas de cumbres y de alta montaña, así como a acantilados de nuestro litoral mediterráneo, donde se encuentran núcleos poblacionales fragmentados.
Costumbres y Alimentación
El vencejo real cría en pequeñas colonias, de apenas unas decenas de ejemplares, tanto en cumbres de montañas como en acantilados costeros, construyendo un nido de barro con forma de taza, en grietas. Lo van recubriendo con todo tipo de objetos hallados en vuelo: lana, plumas, briznas de paja.... Por la mañana abandona la colonia para buscar alimento, regresando varias veces a lo largo del día si tiene suerte, o bien al atardecer para pasar la noche en los nidos.
Se alimenta de todo tipo de invertebrados que invaden el medio aéreo, a los que captura abriendo su gran boca, aumentada por las plumas rígidas la rodean y que forman un gran embudo.
Protección y Conservación
No es muy abundante y las colonias se encuentran dispersas por toda la geografía regional. Aún así, no tiene ningún trato como especie amenazada. Tiene la protección genérica del resto de la fauna.
Curiosidades
Si los vencejos son las máquinas más perfectas para volar, el vencejo real es su mayor exponente, siendo hipnotizadora la velocidad y los cambios de sentido que le confiere a su vuelo en apenas unos metros, impresionando cuando entra a las grietas donde se localiza el nido a esa velocidad.
Vicente Hernández Gil