El transatlántico Sirio era un buque de 4.141 toneladas y de nacionalidad italiana. El Sirio fue construido en los astilleros Robert Napier & Hijos, de Glasgow, en 1883. El buque medía 115 metros de eslora por 12 m. de manga y 7 m. de puntal. La velocidad del Sirio alcanzaba una velocidad máxima de 15 nudos (27'78 km/h).
La botadura del Sirio fue el 26 de marzo de 1883 en Glasgow (Escocia). La compañía propietaria del Sirio, Sociedad Italiana de Transporte Marítimo Raggio y Compañía, trasladó el buque desde Glasgow a Génova (Italia). El Sirio protagonizó su primer viaje transatlántico entre Génova y Buenos Aires en 1883 o 1884. La ruta incluía escalas en Barcelona, Cádiz, Canarias, Cabo Verde, Río de Janeiro y Santos.
La propiedad del Sirio pasó a la Compañía General de Navegación Italiana en 1885. Esta empresa se encargaba de la organización de los viajes transoceánicos de pasajeros con rumbo al Nuevo Mundo. Sus puntos de destino eran Buenos Aires (Argentina), Montevideo (Uruguay) y Río de Janeiro (Brasil). La compañía fue fundada en la ciudad mediterránea de Génova en el año 1881.
En el verano de 1906, el vapor Sirio partió del puerto de Génova, bajo el mando del capitán Giuseppe Piccone, con cerca de un millar de inmigrantes a bordo para cubrir la ruta transoceánica en dirección a América. Los inmigrantes italianos (alrededor de 540) buscaban escapar de la miseria. El vapor Sirio recogió en las costas españolas a más de 200 inmigrantes (buena parte de ellos ilegales).
Edmundo D'Amicis describió de la siguiente manera a los pasajeros del Sirio antes de su partida de Génova. "El Sirio continuaba cargando miseria: una procesión interminable de gente... La mayor parte, habiendo pasado uno o dos días al aire libre, amontonados como perros por las calles de Génova, estaban cansados y llenos de sueño. Obreros, campesinos, mujeres con chicos... Muchos iban descalzos y con los zapatos colgados del cuello... No emigraban por espíritu de aventura (...) bastaba observar cuántos cuerpos de sólida contextura había entre aquella multitud, a los que las privaciones habían extraído las carnes...".
Los viajeros se distribuían en tres áreas del Sirio: los de primera clase iban en la popa con toda clase de lujos; los de segunda viajaban cerca del puente de mando con bastantes comodidades; y los de tercera, hacinados y con toda clase de penurias en las zonas interiores de la embarcación. El interior del vapor Sirio empeoró su situación de hacinamiento con la subida a bordo de los inmigrantes ilegales españoles. El 91% del pasaje viajaba en tercera clase.
Entre la tripulación del Sirio destacaban el capitán, Giuseppe Piccone; el segundo comandante, Ángel Amézaga; el segundo oficial, Padobagli; el tercer oficial, Cayetano Tarantino; el comisario, Nicolás Dodero; y el jefe de máquinas, Domingo Trassino. El capitán Giuseppe Piccone tenía 68 años y acreditaba una gran experiencia al mando de barcos transatlánticos que realizaban la ruta entre Italia y América.