Tramo inicial
Desde Abarán cruzamos el río Segura hasta la barriada de la Virgen del Oro y entramos desde ella en la rambla de Benito por una de las dos alternativas que hemos comentado en la ficha técnica. Este primer tramo discurre por un camino entre corrales de cabras murcianas y huertos de naranjos y mandarinos en los márgenes.
Hay que subir unos dos kilómetros y medio hasta la Fuente de Benito, donde termina el camino bajo la mina de una antigua fábrica de esparto. También hay una ruina a la derecha y, por medio, el agua de la rambla forma unas bellas pozas en el suelo rocoso -El Saltaor-. Tenemos que subir por un camino empedrado que zigzaguea a la izquierda de la antigua fábrica e introducimos por un encajonamiento rocoso de la rambla. Allí unos letreros de madera indican que a la derecha se puede ir al Santuario de la Virgen del Oro y a la izquierda se puede subir por la senda de los Cazadores hacia los Cabezos Negros.
Tramo intermedio
Seguimos recto por el interior del encajonamiento de la rambla encontrando a la derecha, bajo una pared roja, aparece un antiguo cortijo con palmeras. Desde aquí una senda nos lleva ya sin pérdida hasta el final de la rambla, que se ensancha más de 100 metros y tiene su final donde las ramblas de Charrara e Infierno se unen. Allí, en lo alto de un cabezo, se encuentran las Casas de Simón. En esta zona tenemos noticias de que funcionaba una almazara cuya piedra era movida por la fuerza del agua.
El suelo de la rambla es pedregoso y sus laderas están compuestas de margas, yesos y areniscas. Precisamente en ellas aparecen frecuentemente ammonites y belemnites fosilizados, lo que prueba que esto fue un fondo marino antes del levantamiento de la sierra del Oro y estas estribaciones.
Tramo final
Remontando el cauce observamos que las antiguas canaletas de agua -posiblemente árabes- recogían el agua de la sierra para utilizarla tierra abajo en la huerta de Abarán. Algunas de ellas todavía realizan este cometido, manteniendo un uso antiquísimo.
Cuando pasamos bajo las Casas de Simón podemos observar lo que comentamos, en una balsa que riega pequeños huertos. En este punto confluyen las ramblas de Charrara y el barranco del Infierno, dando así origen a la rambla de Benito.
Aconsejamos que remontéis la rambla hasta un estrangulamiento donde el agua cae desde arriba, desbordándose de la canaleta. En este punto damos media vuelta y bajamos hasta la confluencia del barranco del Infierno, donde os aconsejamos que os adentréis unos 300 ó 400 metros, antes de que también se cierre el paso. De regreso a la rambla de Benito tenemos que retroceder el camino andado en el ascenso.