Del conjunto defensivo que constituyen las baterías de costa en el litoral cartagenero trataremos en este artículo de las que protegían con su línea de fuego la zona y litoral del Mar Menor. Estas baterías de costa eran relativamente modernas, artilladas en 1.926, durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera, con piezas Vickers de 38.1 y 152.4/50 cm, protegidas por baterías antiaéreas de 105 cms, con un alcance de 35.000 y 21.000 metros y las antiaéreas de 7.000 metros, desplegadas geográficamente a lo largo de toda la costa cartagenera desde Cabo Tiñoso a Cabo Negrete, y constituían un escudo defensivo sobre esta comarca de más de 35.000 metros.
Formaban parte del cinturón defensivo de Cartagena estas baterías construidas en 1926, proyectadas y montadas de acuerdo al Plan de Primo de Rivera de 1926 sobre la defensa marítima de las bases navales de Cartagena, Ferrol y Mahón, que son artilladas con el mejor material que entonces existía. Esta amplia reforma fue continuada por los gobiernos de la República.
Como el resto de las baterías que defendían Cartagena, las de Cenizas y La Chapa presentan una arquitectura en todas sus instalaciones de estilo historicista, llena de recursos modernistas, buscando motivos decorativos inspirados en momentos históricos y culturas pasadas muy en la línea de la época de su construcción principios de siglo XX. Sin duda constituye en la actualidad uno de sus atractivos más significativos, aunque ya no tienen utilidad militar, el estilo de construcción de estas baterías son un referente hoy día que esperan su oportunidad para ser explotadas turísticamente.