En la actualidad, tanto la recogida de cebos envenenados y cadáveres, como la posterior investigación de estos hechos ilícitos, son llevadas a cabo por agentes medioambientales, dado su carácter de agentes de la autoridad y su condición de policía judicial genérica.
El 23 de septiembre del 2004, el Ministerio de Medio Ambiente y todas las comunidades autónomas firman la ‘Estrategia nacional contra el uso ilegal de cebos envenenados’. Diez meses después, con el objetivo de contribuir a la erradicación del empleo ilegal de venenos en el medio natural en la Región de Murcia, se dictó la Orden de la anterior Consejería de Industria y Medio Ambiente por la que se aprueba el protocolo de actuaciones a seguir en caso de uso ilegal de cebos envenenados en el medio natural (BORM nº 249, de 28 de octubre de 2005).
Desde su aprobación se ha comprobado que las labores de inspección de los terrenos requieren un periodo mínimo de búsqueda en el acotado con objeto de garantizar la retirada de todos los posibles cebos, así como para investigar las causas que han originado su empleo.
Cuando un cebo o cadáver es localizado se procede a su levantamiento. Toda actuación de levantamiento de muestras lleva aparejada, inexcusablemente, un acta de hallazgo o levantamiento. Si de una misma actuación se generan varios envases conteniendo muestras, éstos se depositarán en un saco de plástico y se precintará, haciendo constar este hecho en el acta de hallazgo y cadena de custodia. Previamente, se inspecciona la zona del hallazgo, en un radio de al menos 50 m con el fin de verificar o descartar la presencia de otros cebos y/o animales.
En todo caso, se recogen todos aquellos datos y circunstancias que revistan interés para la investigación y posterior redacción del atestado (término municipal, paraje, coordenadas U.T.M., hora, fecha, tipo de hábitat, matrícula del acotado, testigos, tipo de cebo –huevos, carne, etc.–). En caso de ser un animal, además se anotan detalles como: presencia de vómitos, tierra removida, presencia de restos de carne, vísceras, cercanía de puntos de agua, etc. En el supuesto de que el animal se encuentre en avanzado estado de descomposición (estado autolítico), además de recoger sus restos, se recogen muestras de fauna cadavérica (gusanos) y/o insectos presentes en el cadáver (vivos o muertos), que se introducen en envases diferentes.
Las muestras son entregadas al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de El Valle que les dará el tratamiento y/o destino oportuno, iniciando las gestiones para su análisis toxicológico.