La Unidad Canina
Tras seis meses de intensa preparación y adiestramiento, y operativa desde finales de 2008, la Unidad Canina de la Región de Murcia está especializada en la detección de cebos envenenados en el medio natural. En la actualidad, está formada por dos perras, una de la raza pastor belga malinois que se llama Mali y otra de la raza labrador llamada Canela. Además, un pastor alemán de trabajo se encuentra en fase de adiestramiento y se unirá al grupo en breve.
Esta unidad, adscrita a la Brigada de Investigación de Delitos Ambientales (Brida) de la Sección de Coordinación de Agentes Medioambientales de la Región de Murcia, está compuesta por cuatro agentes medioambientales. Cuenta además con la colaboración de un adiestrador que es el responsable del entrenamiento y de velar por el estado de salud y control sanitario de los perros. Provisionalmente, están ubicados en Coto Cuadros, junto al pantano de Santomera, pero está previsto su traslado definitivo al complejo forestal El Valle en La Alberca.
Actuaciones realizadas y casos positivos de envenenamiento
La Dirección General de Patrimonio Natural y Biodiversidad realiza, desde octubre del 2008, diversas actuaciones de localización de cebos envenenados en lugares donde se tiene conocimiento o sospecha de esta práctica. Hasta el momento, la Unidad Canina ha llevado a cabo 17 actuaciones de localización, con tres hallazgos positivos, dos de ellos confirmados y el tercero a la espera de validación por medio del preceptivo análisis. Si no se encuentran cebos envenenados en una actuación determinada, el servicio se aprovecha para realizar entrenamientos disuasorio-preventivos y diferentes prácticas de localización y marcaje de cebos preparados previamente con Aldicarb.
Hasta el momento, la Unidad Canina ha llevado a cabo 17 actuaciones de localización, con tres hallazgos positivos, dos de ellos confirmados y el tercero a la espera de validación por medio del preceptivo análisis.
Los mencionados servicios han sido realizados en diferentes municipios: Jumilla, Yecla, Caravaca, Cartagena, Fortuna, Lorca, Mazarrón, Moratalla y Mula, en los que existen numerosos e importantísimos espacios naturales que ostentan diferentes figuras de protección medioambiental. Así, encontramos parques regionales como los de Carrascoy y El Valle o sierra de La Pila; paisajes protegidos como la sierra de las Moreras, el humedal de Ajauque y Rambla Salada o los saladares del Guadalentín; áreas de protección para la fauna (APF) como las sierras de Escalona y Altahona, La Alcanara y El Cagitán; lugares de importancia comunitaria (LIC) entre los que se encuentra el de Carrascoy y El Valle, la sierra de La Pila, la sierra del Carche, la sierra de la Almenara o la sierra de la Torrecilla; y zonas de especial protección para las aves (ZEPA) tales como las estepas de Yecla, el llano de Las Cabras o las sierras de Burete, Lavia y Cambrón.
En los próximos meses se van a inspeccionar zonas concretas que están bajo sospecha en el uso de venenos y que cuentan con un amplio historial de casos. Ante cualquier indicio de envenenamiento, los agentes medioambientales requieren la presencia de la Brida con la Unidad Canina para proceder a rastrear la zona y chequear la información recibida.