Los incendios constituyen uno de los disturbios que más frecuentemente afectan a la población humana y a los recursos naturales. El clima mediterráneo, con sus veranos prolongados, sus dilatadas sequías y temperaturas diurnas medias muy superiores a 30 ºC, reducen la humedad de la materia vegetal muerta a menos del 5%. En estas condiciones basta un pequeño foco de calor para desencadenar un incendio.
El empleo de las tecnologías de información geográfica como los SIG y la teledetección constituyen una herramienta muy útil para el desarrollo de sistemas de prevención, seguimiento y evaluación a diferentes escalas espaciales y temporales.
La teledetección se define como la observación a distancia de los objetos, sin estar en contacto directo con ellos. Montados sobre distintas plataformas, los sensores remotos capturan la energía electromagnética proveniente del sol que es reflejada, así como la emitida por la superficie terrestre en distintas longitudes de onda. El conocimiento de los patrones espectrales típicos de las distintas coberturas terrestres nos permite interpretar las imágenes provenientes de esos sensores.
Varias Unidades de la Dirección General del Patrimonio Natural y Biodiversidad (DGPNB) están realizando de manera conjunta los trabajos de monitorización. El Servicio de Ordenación y Gestión de los Recursos Naturales, a través de la Unidad Técnica Noroeste-Río Mula, desarrolla la gestión forestal, la recopilación de datos de campo y la coordinación de los trabajos de recuperación; y el Sistema de Información Geográfica y Ambiental del Servicio de Información e Integración Ambiental realiza el trabajo de monitorización y de evaluación de las superficies afectadas por los incendios ocurridos en Moratalla y en Calasparra en los años 1992 y 1994. Para ello se han adquirido una serie de imágenes o se utilizarán las procedentes del Plan Nacional de Teledetección. En total serán 20 coberturas regionales del satélite Landsat, dos coberturas regionales del satélite Aster y 26 coberturas regionales del satélite NOAA, además de cuatro imágenes completas y dos octavos de escena del satélite Spot-5.
Adicionalmente, el trabajo también se apoya en los datos de campo recogidos en la ortofoto Natmur08 de alta resolución realizada en julio del 2008 y en el Modelo Digital del Terreno y Modelo de Alturas de Vegetación del mismo vuelo, que abarca también todo el territorio regional, obtenido con el sensor Lidar.