La actividad económica del Valle de Ricote estaba basada en la agricultura. Los musulmanes explotaron la riqueza natural de sus fértiles y ricos huertos con la instauración de un complejo sistema hidráulico, compuesto de azuds para el embalsamiento del agua, acequias para su canalización hasta la huerta y norias para permitir el riego de las tierras más elevadas.
Además de la agricultura, la sericultura y la aparición del molino de batán o aceña permitieron el desarrollo de una incipiente industria textil en el Valle de Ricote a finales de la Edad Media. Otra actividad en auge fue la industria alimentaria con la instalación de molinos harineros y de pastel en las núcleos de población del Valle.