Inocencio Lario López nació el 15 de mayo de 1933 en el barrio de San Cristóbal de Lorca, en el número 17 de la calle Escalante, donde estaba ubicado antaño el gremio de alfareros. Nació en la alfarería que regentaban sus progenitores, su padre y su abuelo Inocencio, donde, desde muy temprana edad, comenzó a familiarizarse con el barro y el torno.
Realizó estudios primarios durante un breve periodo de tiempo, porque a sus catorce años su padre lo puso a trabajar en la alfarería para ayudar al sostenimiento familiar, aunque no fue hasta el 21 de mayo de 1975 cuando obtuvo, mediante examen, el certificado de Maestro Artesano en el oficio de la Alfarería.
Casado con Leonor Piñero Lorca, vecina del mismo barrio de San Cristóbal, hoy sus cuatro hijos continúan la tradición ceramista en el taller familiar de La Tercia, donde se trasladó al casarse, cuando advirtió que el turismo que se dirigía hacia Andalucía buscaba productos artesanos como botijos, platos y cerámica popular en general, aumentando las posibilidades de venta a la orilla de la carretera frente a su emplazamiento original, escondidos en el barrio de San Cristóbal. De este modo, los turistas compraban sus productos directamente, sin pasar por intermediarios.
Encuentro con Picasso
En los años 50 se vio obligado a emigrar a Francia con su familia, donde tuvo la oportunidad de conocer al consagrado Pablo Picasso, al que le dio a conocer una pequeña muestra de la cerámica que habitualmente hacía. Fueron tales los elogios que recibió del artista malagueño, que Inocencio decidió regresar a Lorca alentado por el pintor, donde comenzó una etapa más decorativa y artística en su cerámica.
En su obrador se dedicó a la creación de piezas populares con decoración tradicional y policroma donde predominaban las flores y los pájaros: jarras, platos, aguamaniles, palanganas, copas, etc. De ello se ocupan en la actualidad su hija Ana, pintora y ceramista, Antonio, que se ocupa del torno, e Inocencio, encargado de los temas comerciales. Por su parte, Juan Lario, el mayor de ellos, se ha decantado por la azulejería tradicional, los murales y las fuentes de gran formato pintados manualmente con dibujos artísticos, obras que se exportan a diversos países y que salen de su taller propio ubicado en Totana.
A su inquietud innovadora se debe la recreación de la actual y conocida Jarra de Novia, a la que constantemente declaraba su amor y que tantas satisfacciones le proporcionó a lo largo de su trayectoria. Jarra de Novia de la que se sentía orgulloso y a la que dotó de vida e incluso de leyenda, y que se ha convertido durante el transcurso del tiempo en el símbolo de la alfarería lorquina. Cuenta la leyenda que la Jarra de Novia se usaba en la boda, y de ella bebían el vino consagrado por cada uno de sus cinco picos el cura, los padrinos y los novios, procurando no derramar ni una gota.
Presumía el maestro Lario de dominar el barro, ése que antaño extraía personalmente de la cantera arcillosa, situada a la vera del río Sanqunayra, como lo denominaban los árabes, que luego era terminado de preparar en el propio taller.
Coincidiendo con su 75 aniversario, Inocencio Lario falleció el 15 de mayo de 2008.
La firma Lario, internacional
Actualmente la firma Lario mantiene su actividad en el Centro de Diseño de Productos Murcianos en Los Ángeles (EEUU), donde ha creado productos y diseños para los rostros más conocidos del panorama estadounidense, como Madonna o Sylvester Stallone, que poseen murales y fuentes monumentales. Piezas del maestro Lario se hallan en posesión del rey don Juan Carlos y de la reina doña Sofía. También quiso adquirir parte de su obra el Papa Juan Pablo I. Además se pueden encontrar azulejos lorquinos en los baños y la cocina privada de los príncipes de Asturias.
Artistas de la talla de José Lucas, Muñoz Barberán, Párraga y Mir, entre otros, han utilizado su taller artesano para crear sus obras en cerámica.
De los talleres del maestro han salido piezas para los cinco continentes. Además, se pueden encontrar obras de Lario en museos de Estados Unidos, Francia, Portugal y Alemania. Tiendas en varios países poseen apartados dedicados a su cerámica.