Áreas celtíberas
-Valle del Ebro
-Cornisa cantábrica
-Noroeste
-Mesetas Norte y Sur
-Portugal
Región de Murcia
La Región permaneció libre de la influencia cultural de los celtas debido a la hegemonía de las tribus íberas en el Levante y el Sur de la Península Ibérica.
Los celtas invadieron la Península Ibérica al final del II milenio antes de Cristo. Estos pueblos indoeuropeos, procedentes de Europa Central y de Eurasia Meridional, se establecieron entre la cornisa cantábrica y Sierra Morena. Los celtas ocuparon las regiones del valle del Ebro, el Cantábrico, el Noroeste y las dos Mesetas (Norte y Sur). La mezcla de las culturas íbera y celta dio lugar a la formación de los pueblos celtíberos en la Península Ibérica.
Los celtas peninsulares desarrollaron las culturas de La Tené (Suiza) y de Hallstatt (Austria), basadas la continua renovación de las tecnologías del bronce y el hierro; la agricultura cerealista con el perfeccionamiento del arado; y los enterramientos colectivos en campos de urnas, rito funerario consistente en la incineración de los difuntos. Los principales yacimientos de los pueblos celtíberos en la Península Ibérica se hallan en Tivissa (Cataluña), Cortes (Navarra) y Mondoñedo (Galicia). Los celtíberos mantuvieron su dominación en la mitad norte de Iberia hasta la conquista romana en el siglo II a.C.
Los principales pueblos celtíberos de la Península Ibérica son:
-Galicia: galaicos.
-Asturias: astures.
-Cantabria: cántabros.
-País Vasco: caristios (Vizcaya y Álava) y várdulos (Guipúzcoa y Álava).
-Navarra: vascones.
-La Rioja: berones.
-Aragón: iacetanos (Pirineo), titos y belos (valle del Ebro).
-Castilla y León: astures (León), cántabros (Burgos), vacceos (valle del Duero), arévacos (Soria) y vetones (Ávila y Salamanca).
-Extremadura: vetones (Norte) y lusitanos (Sur).
-Comunidad de Madrid y La Mancha: carpetanos (Madrid y Toledo), olcades (Cuenca y Guadalajara) y oretanos (Ciudad Real).
-Portugal: galaicos (Norte-del Miño al Duero), lusitanos (Centro-del Duero al Guadiana) y célticos (Sur-Alentejo y Algarve).
La Región de Murcia se libró de las invasiones celtas en la Península Ibérica. La cultura íbera mantuvo intacta su hegemonía en el litoral mediterráneo del Levante y el Sur peninsular durante el proceso de expansión de los pueblos celtas. Los íberos del sureste recibieron, sin embargo, las influencias culturales de los pueblos del Mar procedentes del Mediterráneo (fenicios, griegos y cartagineses) en el I milenio antes de Cristo.
Antonio Gómez-Guillamón Buendía