Al día siguiente se celebraba la décima etapa de la Vuelta Ciclista a España con un recorrido de 285 kilómetros entre Murcia y Granada. En un principio estaba previsto que los corredores partieran a las 4:00 horas, pero debido al retraso acumulado el día anterior la organización decidió demorar la salida una hora. Antes del inicio de la etapa la Peña Ciclista ofreció a los corredores diversos alimentos (mermeladas, refrescos, lotes de conservas..etc.) que habían sido donados por algunos comerciantes de la ciudad.
Debido a la tardanza de algunos ciclistas del Orbea la salida se retrasó hasta las 5:55 horas, momento en el que los 31 participantes que continuaban en la prueba se reunieron en el Parque Ruiz Hidalgo para el inicio de la salida neutralizada. Los corredores, acompañantes y aficionados pasaron por la Glorieta de España, cruzaron el Puente Viejo y la calle Cartagena hasta llegar a la Plaza del Ingeniero De la Cierva Codorniú, dónde a las 6:07 horas se dio la salida oficial a la etapa.
Transcurso de la etapa
El pelotón se dirigió hacia Alcantarilla. Más tarde pasó por Librilla y Alhama de Murcia. Antes de llegar a esta última localidad, Ruiz Trillo e Isidro Figueras quedaron rezagados con respecto a sus compañeros. Por último, los corredores atravesaron Totana, Lorca (hacia las 8:30 horas) y Puerto Lumbreras, antes de abandonar la provincia para dirigirse a Vélez Rubio. Durante este recorrido algunos corredores se quejaron de fuertes dolores en las piernas debido a la lluvia que habían tenido que soportar en los últimos días.
Finalmente, el ciclista austriaco Max Bulla se impuso en la meta de Granada, seguido por el belga François Adam con el mismo tiempo. Gustaaf Deloor reafirmó su liderato en la clasificación general, mientras que Mariano Cañardó arrebató la segunda posición a Antoine Dignef, quien pasó ocupar el tercer puesto. Los tres primeros clasificados mantendrían inalterables sus posiciones hasta la finalización de la carrera.
La llegada de la primera edición de la Vuelta Ciclista a España a Murcia fue un acontecimiento que trascendió más allá del ámbito meramente deportivo. Fue la constatación de que el deporte (y no sólo el fútbol) se había convertido en un fenómeno de masas capaz de atraer la atención de miles de personas.