Estatua militar
En 1907, en las labores de cimentación del edificio del Gran Hotel se hallarón restos de una estatua militar que posiblemente también perteneció al programa decorativo del foro, que nos ha llegado muy deteriorada. En concreto, sólo conocemos dos fragmentos labrados en mármol blanco pertenecientes a la coraza de una estatua militar, uno de ellos de 5,5 cm de altura por 9,5 cm de anchura, y otro de 9 x 12 cm. Este último es el que arroja mayor información para la identificación de la obra. Así, pertenece al epomis diestro de la lorica de una estatua thoracata, cuyo tamaño debía ser superior al natural a juzgar por las dimensiones de lo preservado y a tenor del carácter oficial de este tipo de esculturas thoracatae, utilizadas normalmente para evocaciones imperiales de naturaleza programática.
Restan la parte inferior del humeral "con un haz de rayos y la testa de un león con cuyas fauces prende el anillo de sujeción de la coraza", y una reducida porción del pectoral de la coraza en que se advierten los vestigios de un caballo, en concreto parte de la cabeza, desde el ojo hasta el hocico, y la zona anterior del pecho, ricamente enjaezado y evocado de perfil izquierdo.
A pesar de lo escasamente salvaguardado, evidentes analogías con otras estatuas acorazadas, bien conservadas, autorizan la restitución integral del motivo ornamental del pectoral de la coraza del thoracato de Cartagena, como la cuadriga de Helios que emerge de las aguas del mar, motivo especialmente asociado a las representaciones neronianas. A partir de las descripciones apuntadas en el momento de su hallazgo, que señalan que la escultura presentaba el brazo derecho levantado, la estatua recogería al emperador en la actitud de solicitar el silencio para una adlocutio. Los análisis tipológico y estilístico permiten su datación en el primer decenio de la segunda mitad del siglo I d.C.