La escultura en Carthago Nova

     Hallada descontextualizada en la amortización de la explanada forense, nos ha llegado en un lamentable estado de conservación. Así, resta únicamente un fragmento de 24,5 cm de altura, correspondiente al plinto y la parte inferior de la imagen, labrados en mármol blanco, posiblemente de Luni-Carrara. Esta  parte inferior de la estatua era pieza trabajada aparte y acoplada al resto de la composición mediante la aplicación de un adherente.

     El fragmento ha de corresponder a una figuración femenina ataviada con chitón largo, envuelto por un amplio manto o himation. La ausencia de calzado (los típicos calceii muliebres o las alutae) acredita su interpretación como evocación de carácter ideal. Tipológicamente entronca con los tipos iconográficos de oferente, 'koré' y Deméter, que fueron reelaborados por los artesanos imperiales para servir de soporte a retratos de damas particulares o, en muchas ocasiones, de emperatrices en actitud de Ceres o de Tyche. No obstante, dadas las dimensiones de la estatua cartagenera, iguales al natural, cuando no ligeramente menores, se impone la cautela para su interpretación como estatua icónica para el retrato de una emperatriz evocada bajo el formato de una divinidad. El hecho de que presente el dorso someramente trabajado induce a pensar en su ubicación delante de una pared o en el interior de un nicho u hornacina de algún edificio, galería o espacio impreciso del conjunto forense.