Hallada descontextualizada en la amortización de la explanada forense, se ha conservado únicamente su parte inferior, en concreto, parte del plinto, el pie izquierdo calzado con calceus patricius y la lacinia de la toga. Elaborada en mármol blanco probablemente salido de las canteras de Luni-Carrara, perteneció a una estatua togada de formato mayor al natural y, en consecuencia, quizá destinada a la representación de un emperador o algún miembro de la casa imperial, lo que asimismo acreditan el calceus patricius que endosa y la excepcional naturaleza de sus caracteres formales. En cualquier caso, si bien menos probable, pudo tratarse de la evocación de cualquier otro personaje de la aristocracia senatorial o local.
La figura togada descansaba el peso del cuerpo en su pierna izquierda, en tanto que la diestra quedaría ligeramente abarquillada y retranqueada. Dado que el dorso fue trabajado en basto, sin observar la pulcritud empleada en la ejecución del frontal, la estatua estaría destinada a ser contemplada desde un punto de vista frontal, estando emplazada así originariamente contra una pared o en el interior de un nicho. La perfección estilística y excepcional calidad artística de esta pieza lleva a tener esta imagen como obra de un taller metropolitano o de artesanos venidos de la misma Roma. Los elementos formales y estilísticos apreciables apuntan un encuadre en época augústea.