Fue hallada antiguamente en un edificio inmediato a la actual Plaza de San Francisco, donde también se pudo recuperar el pedestal dedicado a la emperatriz Iulia Auita Mamea, razón por la que algunos la identificaron como ésta, desechando propuestas anteriores que sin ningún tipo de fundamento la consideraban una escultura senatorial.
La estatua se encontraba construida en cinco partes, de las que sólo han restado el tronco, trabajado a modo de herma, y un plinto anepigráfico decorado con bucráneos y guirnaldas. Se trata de una herma palliata, pues sobre la túnica (calasis) endosaba la estola y la palla, indumentaria que fue de uso exclusivo de las matronas romanas a partir de época augústea.
Así, debió servir para sustentar el retrato de una desconocida matrona de la sociedad cartagenera de las primeras décadas del siglo I, estando originalmente dispuesta en un sacellum o espacio de carácter sagrado u honorario que bien pudo pertenecer al ámbito público, es decir, al foro o a algunos de sus edificios adyacentes, aunque también al doméstico.