Especies

    Planta anual o bianual. Tallos glabros, erectos, de hasta 60 cm. Hojas, la mayoría basales, a modo de roseta, obovadas, espatuladas, de extremo redondeado, con margen crenado, lobulado. Hojas de los tallos, lanceoladas, amplexicaules, de extremo agudo. Inflorescencia racemosa, de eje flexuoso, de hasta 20 flores. Sépalos laterales gibosos en su base, de 10 x 4 mm., los medianos corniculados, algo menores. Pétalos de 17-19 mm., estrechados en una uña, blancos, violáceos. Fruto en silícua de hasta 9 cm. de longitud. Semillas numerosas, en una única hilera, de hasta 2 cm. de diámetro, con ala reducida.

Hábitat y distribución

    Subespécie de hábitat muy característico, propia de terraplenes y cantiles margosos y los pedregales asociados, en la base de estos; también crece en margas de márgenes de barrancos y caminos. Endemismo murciano, conocido sólo de dos poblaciones, de Murcia y Fortuna, en el Puerto del Garruchal y Rambla de la Parra, respectivamente. Con posterioridad ha sido detectado en las margas de Ricote, Abanilla y Puerto de la Cadena (Murcia).

Observaciones

    En los terraplenes de fuerte pendiente convive casi exclusivamente con Reseda lanceolata. En la base de éstos crece junto a Salsola genistoides y diversas plantas nitrófilas, donde se mezcla y puede confundirse con la especie más común del género, el collejón (Moricandia arvensis) (véase fotografía de una flor). Para diferenciarla de ésta hay que reparar en su, por lo general, mayor porte, color verde glauco de sus hojas –agrupadas en la base de la planta– y la ramificación de la inflorescencia, más intrincada, con flores también algo mayores y de coloración más pálida. En el fruto es muy característico la disposición de las semillas en una única serie o hilera, mientras que en el collejón (Moricandia arvensis) se presentan en dos.

    Como curiosidad, esta planta fue recolectada y determinada erróneamente como Moricandia foetida. La revisión de los pliegos de herbario permitió además comprobar que se trataba de un taxón nuevo para la ciencia, descrito en 2001. Recientemente, en el III Congreso de la Sociedad Española de Biología de la Conservación de Plantas, se defendió la validez del taxón subespecífico con estudios genéticos de secuenciación, basados en marcadores moleculares ISSR.

José Antonio López Espinosa