El pavo tiene su origen en el continente americano, concretamente en México, donde es llamado guajalote. Tras el descubrimiento del Nuevo Mundo, los conquistadores españoles lo denominaron Gallina de Indias, siendo introducido en Europa a partir del siglo XVI por los padres jesuitas, por lo que también se le conocería como "jesuita".
La gastronomía de la época se vería enriquecida con un nuevo y exótico producto americano, adquiriendo cierta relevancia y situándose entre las aves que sólo podían consumir las personas adineradas o los pequeños comerciantes en fechas muy señaladas.
Los ingleses llamaron a este animal "Turkey"', ya que llegó a las Islas Británicas procedente de Turquía, convirtiéndose en muy poco tiempo en una de las recetas típicas navideñas.
Un jueves de noviembre de 1620 el pavo entró en la historia de Estados Unidos. En aquella fecha llegaron a las costas de Massachussetts gran número de colonos protestantes ingleses a bordo del barco Mayflower. El riguroso invierno norteño les sorprendió sin víveres y muchos de ellos perecieron. Sin embargo, otros tantos lograron sobrevivir gracias a la generosidad de los nativos americanos, en concreto los indígenas Wampanoag, que les ofrecieron alimentos. En conmemoración de aquel episodio, el cuarto jueves de noviembre todo Estados Unidos celebra el "Día de Acción de Gracias", con el pavo relleno como plato estrella, ya que esta ave fue uno de los alimentos salvadores.
En Europa el pavo procedente de América ha sido seleccionado durante siglos para conseguir animales de mayor tamaño, crecimiento vigoroso y carne apetecible para el consumo.
Producción mundial
En la actualidad las variedades que más se crían y consumen en el mundo pertenecen a los híbridos de granja que provienen de la selección de las primeras especies salvajes mexicanas.
Los dos principales países productores de carne de pavo son Estados Unidos y China con un 30% de la producción mundial que, junto a Francia, Italia, Alemania, Reino Unido, Canadá y Brasil, representan el 94% de la producción mundial de esta ave.
En los últimos años la carne de pavo ha pasado de ser un producto navideño a desestacionalizar su consumo y ampliarlo a todo el año, aprovechando de esta forma sus características nutricionales y físicas, ya que se aprovechan 600 gramos por cada kilo de carne.
Granjas de la Región de Murcia
En la Región de Murcia existen en la actualidad cerca de una docena de granjas especializadas en la producción de pavos (alguna de ellas líderes en España), contando al año con cerca de dos mil toneladas de carne.
La producción en estas granjas se divide básicamente en tres fases:
Cría. Se extiende desde la primera a la cuarta semana. Muy delicada, cuidando en extremo la temperatura, vacunaciones, traslados o corte de picos (necesario debido a que su agresividad les puede llevar a eliminarse unos a otros).
Crecimiento. Desde la cuarta a la octava semana.
Engorde. Desde la octava semana hasta su sacrificio. La edad para el sacrificio del animal depende de diversos factores como el sexo, el desarrollo de cada ejemplar o las necesidades del mercado.
En la Región de Murcia, al igual que en el resto de España, existe una normativa dictada a través de un Real Decreto, que incluye ciertos principios que deben seguir las granjas de cría de pavos. Así trata temas como la "estabulación, comida, agua y cuidados adecuados a las necesidades fisiológicas y etológicas de los animales, de acuerdo con la experiencia adquirida y los conocimientos científicos". También incluye "los requisitos que deben cumplir los cuidadores de los animales".