Perdices en una granja [Perdiz]
Perdices en una granja
Información nutricional [Perdiz]
Información nutricional

    El origen de la perdiz se encuentra en el continente europeo, siendo la variedad más representativa en España la perdiz roja, probablemente consumida ya desde época romana, según muestra el gastrónomo itálico Apicio en su libro de recetas De re coquinaria, escrito en el siglo I d.C.

    En la Región de Murcia el consumo de esta ave queda reflejado en diferentes textos medievales, recogidos en los trabajos de numerosos especialistas. Entre los más destacados se encuentran:

    El medievalista Juan Torres Fontes, Catedrático Emérito Honorífico de la Universidad de Murcia, que, en su artículo "Estampas de la vida en Murcia en el reinado de los Reyes Católicos", hace referencia al valor se le daba a las perdices con el siguiente comentario: "perdiz debía de considerarse como alimento más selecto, porque cuando llegaba algún huésped distinguido a la ciudad, se le obsequiaba con gallinas, perdices, carneros, pan, vino y fruta. Así se hizo con doña María Hurtado, esposa de don Alonso Fajardo, hijo del adelantado Alonso Yáñez Fajardo, o durante la estancia en Murcia de Boabdil, el último monarca granadino, para quien tuvieron toda clase de atenciones".

    También el profesor Torres Fontes, en su obra "Ornitología medieval en Murcia", hace referencia al encargo que, durante el siglo XV, se le hizo a Pedro de Soto de responsabilizarse de la guarda de "francolines y perdices en todo el reino de Murcia".

    Vicente Montojo Montojo, en su artículo "El cuerpo de los pobres: solidaridad y discriminación", habla de los regalos que se otorgaron a comienzos del siglo XVI a las personas que acudieron a La Mesta entre marzo y junio de 1506: "A los que acudieron a la mesta de marzo de 1506 se les dio 3 arrobas de vino, 2 de harina, pescado, naranjas y pimienta; 4 arrobas de pan, 7 de vino, 2 arreldes de tocino, 11 y 1 libra de carnero, pimienta, cebollas, 1 arroba de manzanas, 22 conejos, 1 queso, 5 perdices y 2 pollos a las 9 personas que realizaron la visita de mojones en junio del mismo año".

    Ángel Luis Molina, en "La vida en Murcia a finales de la Edad Media", retrata una sociedad en la que la caza constituía la actividad necesaria para el consumo de ciertos animales. Así comenta que "la importancia de la caza es la venta de carne salvajina en los mercados murcianos, con precios controlados por el concejo, igualmente también es frecuente la venta de ciertas especies de volatería en los mismos lugares como palomas, palomas torcaces y perdices".

    Otra referencia sobre perdices en la Región hace mención a la Isla del Barón en el siglo XIX y a la caza de estos ejemplares junto a conejos.

    Propiedades nutritivas

    Las perdices son un alimento rico en proteínas, de alto valor biológico y con escaso contenido en grasas (la mayor parte incluida en su piel). Pero este último factor se puede ver modificado dependiendo del tipo de elaboración en la que se incluya su carne. Los ejemplares que se crían en libertad poseen aún menores niveles de grasas debido a su mayor movilidad.

    Entre las vitaminas destaca la presencia del grupo B, especialmente B2 o riboflavina, B3 o niacina y B12. Los minerales significativos quedan protagonizados por el hierro (al igual que la mayoría de aves de caza menor) y, en menores proporciones, potasio, fósforo y cinc.

    Producción

    La producción de perdiz roja se localiza en Reino Unido, Francia, el norte de Italia y la práctica totalidad de la Península Ibérica (a excepción de la Cornisa Cantábrica).

    En la Región de Murcia existen granjas de cría de perdiz en Puerto Lumbreras, Bullas, Totana, Alhama de Murcia y Cartagena. Hay diferentes tipos de granjas, desde las que producen polluelos de forma intensiva, hasta aquellas que disponen de parques de vuelo donde las perdices se desarrollan prácticamente en libertad. La producción varía en función de la granja, ya que mientras algunas presentan 8.000 ejemplares nacidos al año, otras pueden llegar a registrar 40.000. De ellos, una parte se destina a la suelta en montes públicos (Reserva Regional de Caza y Refugios de Fauna), mientras que otra se reserva para la venta al público.