Figura 1: Clasificación de las rocas del sureste español en función de su contenido en  K2O y  SiO2. Según López Ruiz y Rodríguez Badiola (1980)
Figura 1: Clasificación de las rocas del sureste español en función de su contenido en K2O y SiO2. Según López Ruiz y Rodríguez Badiola (1980)
Figura 2a: El magma que dio lugar a las lamproitas de Murcia, procede de un manto contaminado, metasomatizado, por fluidos generados en  la subducción de África bajo Iberia
Figura 2a: El magma que dio lugar a las lamproitas de Murcia, procede de un manto contaminado, metasomatizado, por fluidos generados en la subducción de África bajo Iberia
Antonio del Ramo Jiménez

 

La composición de sus rocas

    El análisis geoquímico y mineralógico de las rocas ha mostrado que la mayoría de ellas tienen un alto contenido en potasio, de ahí que la clasificación y nomenclatura de las rocas volcánicas de Murcia, y de todo el sureste español, se hace en base a sus contenidos en SiO2 y K2O (figura 1). Incluso tenemos una serie de rocas que se denominan lamproitas, que son ultrapotásicas y que debido al alto contenido en este elemento químico no se han podido clasificar con nombres clásicos de rocas volcánicas. Los geólogos las han dividido en cuatro tipos de rocas: jumillitas, cancalitas, fortunitas y veritas (figura 1). Este enriquecimiento se detecta a simple vista, pues es común que en las rocas ultrapotásicas haya grandes cristales de flogopita, una mica potásica.

    También llamó la atención a los geólogos otros datos como que todas las rocas muestran un fuerte enriquecimiento en elementos litófilos de elevado radio iónico, anomalías negativas de Nb, Ta, Ti, Sr y Eu, así como una elevada correlación entre 87Sr/86Sr. Si bien son las rocas ultrapotásicas las que poseen mayores concentraciones de elementos traza incompatibles e isotópicas de Sr y Pb. Además, es frecuente que las rocas calcoalcalinas potásicas y shoshoníticas engloben fragmentos de otras rocas ígneas,  y metamórficas (xenolitos), extraídas de la roca donde estuvo y por donde pasó el magma.

    Con la interpretación de estos y otros muchos datos los investigadores han descubierto que las rocas miocenas derivan de magmas que se generaron en la parte basal de la corteza y parte superior del manto. Pero lo que las distingue de otras zonas volcánicas del planeta es que partieron de la fusión de un manto que previamente fue heterogéneamente contaminado y metasomatizado, por fluidos procedentes de sedimentos marinos pelágicos engullidos durante la subducción de la corteza oceánica de la microplaca Mesomediterránea. Los procesos magmáticos como la cristalización fraccionada, velocidad de ascenso, asimilación de fluidos y rocas encajantes corticales durante su ascenso, y el mayor o menor metasomatismo del manto, parece ser que fueron los causantes de esta gran geodiversidad de rocas volcánicas que tenemos en Murcia.

Figura 2b: La colisión/obducción de las placas generó el orógeno Bético-Rifeño

Figura 2b: La colisión/obducción de las placas generó el orógeno Bético-Rifeño
Antonio del Ramo Jiménez

Figura 2c: La fase extensional del oeste de la cadena orogénica bético rifeña dio lugar al magmatismo toleítico de la isla de Alborán y diques de Málaga

Figura 2c: La fase extensional del oeste de la cadena orogénica bético rifeña dio lugar al magmatismo toleítico de la isla de Alborán y diques de Málaga
Antonio del Ramo Jiménez