En el mercado
Es posible encontrar piña fresca en el mercado durante cualquier época del año, debido a que su cultivo está extendido en países de los dos hemisferios. Pero también se trata de un alimento comercializado de forma masiva en España, en almíbar, helados, yogures y zumos.
Para saber si una piña natural presenta un estado ideal de madurez es necesario analizar ciertas características físicas:
Las puntas sobresalientes de su piel deben ser de color verde o amarillo intenso.
Al presionar la piel con los dedos, ésta apenas cede.
El olor de su base tiene que ser afrutado, entre dulce y ácido.
Rechazar ejemplares con el tallo manchado o mohoso, así como aquellos que posean las hojas de la corona marchitas. De igual modo, es síntoma negativo que ciertas zonas de su piel sean fláccidas, ya que denota excesiva maduración.
Las piñas se pueden conservar durante unos días siempre en lugares frescos y secos, evitando los cambios bruscos de temperaturas que afectan a su textura, sabor y aroma. Tampoco es aconsejable introducirla en el refrigerador, ya que sus características se ven mermadas por debajo de los 7ºC. Los ejemplares que han sido sometidos a estos procesos perjudiciales suelen mostrar colores verdes opacos en la piel, zonas acuosas en la carne, tonos amarronados en el corazón de la fruta, así como pérdida de color en las hojas de la corona.
Para pelar la piña es necesario utilizar un cuchillo u objeto punzante separando su piel firme de la pulpa. Tras este proceso, se puede conservar en el frigorífico, cubierta por una bolsa de plástico, siendo conveniente consumirla lo antes posible.
Existe una técnica para conseguir que la piña quede más dulce al paladar: mantenerla boca abajo durante unas 10 horas, repartiéndose por toda la pulpa el azúcar acumulado en su extremo inferior.
En la mesa
La piña puede consumirse en fresco como fruta de mesa, formando parte de recetas dulces y saladas, en bebidas refrescantes e incluso en conservas de almíbar.
Como postre, complementa con su dulzor y acidez a otras frutas en una macedonia. Si se utiliza la conserva en almíbar, junto a melocotones y guindas, resulta un postre típico navideño en la Región de Murcia. Tanto al natural como en conserva, puede incorporarse como ingrediente a numerosas tartas de frutas que entre sus sabores cuenten con un toque ácido refrescante.
La piña también resulta una combinación exitosa y sorprendente en recetas de marisco (incluso su dura piel hará de recipiente para introducir un cóctel de marisco y piña) o carnes de cerdo y pato (especialmente utilizada en elaboraciones de la cocina oriental).
En la Región de Murcia se elaboran zumos, batidos, licores y cócteles con piña, en solitario o acompañada de uva y pera. Destaca entre las bebidas la popular Piña Colada.