El origen de la lima se encuentra en el sureste asiático, concretamente en Persia (Irán) y Malasia. Desde estos países se extendió su cultivo a todas las regiones con climas tropicales o subtropicales del planeta, llegando a Europa a través de Las Cruzadas (siglos XI y XII).
Parece ser que su nombre común actual se originó en estas fechas, ya que los persas denominaban "limu" a algunas especies de cítricos, actualmente conocidos como limones.
Los musulmanes, durante su dominación de la Península Ibérica, la introducirían en España, siendo hoy en día una especie frecuente en huertas del Sur y Levante español.
Durante el siglo XVIII fue transportada por grandes barcos británicos que partían hacia sus colonias, ya que se tenía el concepto de que su ingesta combatía enfermedades como el escorbuto.
Propiedades nutritivas
El componente mayoritario en las limas es el agua, al igual que en la mayoría de los cítricos, con mínimos aportes de calorías, aunque apenas se consumen como fruta fresc.
Las vitaminas más abundantes son las del grupo C, tales como el ácido cítrico y otras con acción astringente, así como antioxidante. Otros componentes de la lima con estas propiedades son los flavonoides (rutina, herperidina, naringenina o luteína), beta carotenos y ácidos cafeico y ferúlico.
Entre los minerales destaca el potasio.
Producción actual
En la actualidad su cultivo se encuentra ampliamente extendido en el sureste asiático, en la India, en el continente americano, especialmente el Mar Caribe, México y Brasil, así como en Sudáfrica. Los principales países exportadores son Estados Unidos y Brasil.