La frambuesa roja aparece por primera vez en la historia europea en el Monte Ida, en Grecia. Desde la península helénica sería introducida en Italia por los romanos, de ahí se extendería a los Países Bajos e Inglaterra (se han encontrado semillas de variedades para el cultivo en yacimientos romanos), desde donde sería llevada a América del Norte. Pero esta es tan sólo una de las hipótesis que se exponen actualmente, ya que otras teorías sitúan el origen de la frambuesa roja en Asia, donde habría nacido el subgénero Idaeobatis (del que proviene la Rudus idaeus), mientras que otras apuntan a Norteamérica como cuna de este fruto.
En el siglo XVIII toda Europa dispone ya del cultivo de la frambuesa, en zonas de monte bajo, con clima Atlántico y altitudes superiores en los países ribereños del Mediterráneo.
Propiedades nutritivas
Fibra, vitamina y minerales son los principales aportes de la frambuesa al organismo. Entre las vitaminas destaca la presencia del grupo A (Carotenos), C (ácido cítrico), y del grupo B (folatos), con acción antioxidante y desinfectante.
Los minerales importantes dentro de su composición son el magnesio, potasio y calcio.
Producción actual
El 90% de la producción actual de frambuesas se destina a la elaboración de zumos y bebidas, siendo Europa su principal productor (especialmente Rusia, Serbia y Polonia). Estados Unidos, por su parte, es el principal exportador mundial de estos frutos.
Argentina, Guatemala, y Colombia, en el continente americano, así como República de Zimbabwe y Sudáfrica, en el africano, son los países donde más está creciendo su desarrollo.
En la Península Ibérica las zonas donde se produce se reparten entre Asturias, Huelva, Cáceres, Barcelona e incluso frambuesas ecológicas en el Valle del Duerna en León, aunque el mercado español también importa desde Chile y Centroamérica.