En el mercado
Es posible encontrar puerros durante todo el año en el mercado, aunque su temporada coincide con los meses de otoño, invierno y primavera.
A la hora de adquirirlos es necesario seguir ciertas recomendaciones para conseguir ejemplares de calidad. Así se deben escoger piezas jóvenes, de tamaño medio, con hojas en colores verdes oscuros; así como tallo blanco, recto y de textura consistente. Conviene desechar aquellos que muestran marcas o zonas con crecimientos desiguales (tallo excesivamente hinchado) y hojas en tonos amarillentos, ya que revelan la posibilidad de encontrar el producto alterado.
Previamente a su utilización culinaria, se recomienda seccionar el tallo por la mitad verticalmente y lavar sus hojas con agua para sustraer cualquier rastro de tierra o impurezas.
Para su conservación en fresco es necesario introducirlos en el frigorífico, pudiendo aguantar cerca de 10 días en un recipiente o envoltorio que lo aísle del resto de alimentos. Se trata de un producto que soporta muy bien la congelación, permaneciendo en condiciones óptimas para su consumo en el congelador cerca de tres meses.
En la mesa
Los puerros se consumen habitualmente crudos o cocidos, pudiendo utilizarse el bulbo (mayoritariamente) y las hojas (especialmente para caldos o complementando el sabor de guisos).
En fresco es aconsejable escoger los ejemplares más tiernos, picarlos muy finos y añadirlos a ensaladas, junto a otros productos de la huerta.
Los puerros cocidos o hervidos sorprenden en primeros platos aderezados con vinagreta, en rollitos de jamón y queso, cremas como la vichyssoise, fría o caliente, o pasteles con hojaldre. Tras su cocción, es interesante aprovechar el caldo resultante, ya que contiene un buen número de nutrientes.
En la Región de Murcia se añade a la ensalada de bacalao con verduras, ocasionalmente al revuelto de verduras, a aperitivos y entrantes como el bacalao con tomate (en el sofrito) o como variante original en el pastel de bonito.
Guisos y potajes de legumbres u hortalizas, muy consumidos tradicionalmente en la Región, presentan entre sus ingredientes parte del bulbo del puerro, es el caso de las manitas de cerdo rellenas de verdura.
En platos de pescado o carne maridan a la perfección como guarnición con otras verduras, si bien en estas ocasiones es preferible saltearlos con unas gotas de aceite, eliminando previamente las hojas y la primera capa de su bulbo, dejando que queden dorados al exterior.