El arroz es uno de los alimentos más consumidos del planeta, las dos terceras partes de la población lo tienen en su dieta.
En nuestra región es muy popular. Los arroces preparados con carnes y pescados o mariscos dan como resultado platos de verdadera fiesta conocidos por todos.
Pero el arroz puede ser también una excelente guarnición, pensemos que se trata de un cereal que no contiene gluten ni colesterol y su principal aporte dietético son los hidratos de carbono. Siempre que la grasa que utilicemos al cocinarlos sea de buena calidad, en este caso el aceite de oliva, tendremos un plato realmente cardiosaludable y fácil de digerir.
En esta receta las espinacas contribuyen a compensar la falta de minerales y de fibra del arroz blanco. Si empleáramos arroz integral tendremos también una fuente de vitamina B y aún más fibra.
Ingredientes
200 g de arroz
200 g de espinacas
2 hojas de laurel
Pimienta negra
Aceite de oliva
Sal
Elaboración
Comenzaremos lavando las espinacas. A continuación las blanqueamos en un poco de agua hirviendo. Las retiramos del agua y las dejamos escurrir. Reservaremos el agua de blanquear las espinacas para cocer el arroz.
Mientras escurren las espinacas pondremos aceite en una sartén al fuego con una hoja de laurel. Añadiremos seguidamente el arroz y lo rehogaremos un poco en el aceite con el laurel. Cuando esté transparente añadiremos la pimienta negra molida, la sal y el agua. En vez de agua podemos emplear un caldo de pollo o de verduras que aportarán más sabor al arroz.
A continuación picamos las espinacas ya escurridas y, por último, cuando falten cinco minutos para terminar de cocer el arroz, las añadiremos.
Podemos dejar reposar un par de minutos el arroz antes de servirlo.