La tradición sufí de Ricote, documentada a partir del siglo IX, ejerció una gran influencia sobre el pensamiento místico universal, que en el presente se mantiene activo en diversas escuelas repartidas por el mundo. Pensadores como Al-Ricotí o Ibn Sabín fueron grandes eruditos nacidos en el Valle de Ricote, que crearon escuelas propias de origen sufí, siendo difundidas y admiradas por todo el Oriente y Occidente medieval. El sufismo es una de las denominaciones sobre el aspecto esotérico del Islam. Es una rama de esta religión centrada en la filosofía y el conocimiento del hombre en relación con Dios. El sufismo y sus practicantes están agrupados en distintas hermandades, ¿turuq?, que persiguen la purificación del alma humana, la consecución del conocimiento divino y la realidad divina, a través de las enseñanzas espirituales que brinda la revelación (recogida en el libro sagrado del Corán). Las prácticas de los sufíes eran muy parecidas al resto de la tradición religiosa musulmana: la plegaria ritual, la limosna, el ayuno o la peregrinación estaban entre los ritos obligatorios.
Como hemos mencionado anteriormente, en torno a los grandes maestros de los siglos XII, XIII y XIV el sufismo fue paulatinamente organizándose y constituyendo las cofradías. Los fundadores dejaban un legado que sus discípulos perfilaban, lo que dio lugar a diferentes métodos de enseñanza, de prácticas o de especializaciones que son las que constituyen los rasgos diferenciadores de cada una de ellas.
En Ricote nació Ibn Sabin en el año 1216. Se formó bajo la dirección de otro de los grandes ilustrados de la época, Isaac Al-Mara, y llegó a ser uno de los grandes en el conocimiento de las ciencias del Islam: filosofía, ciencias jurídicas y medicina. Escribió un tratado de filosofía a petición del emperador de Italia Federico II. Del mismo modo, Muhyiddín Ibn Al-Arabí, nacido el año 1165 en Alcantarilla y muerto en Damasco en 1240, pudo ser muy probablemente discípulo de la cercana y reconocida escuela sufí de Ricote. Llegó a ser conocido en todo el mundo como el 'Maestro de Maestros'. Hoy sabemos que su obra literaria, perdida en su mayoría, fue ingente, aunque se conservan algo más de trescientos volúmenes, destacando entre ellos 'Poemas Sufíes'. Su filosofía de vida, el sufismo, sigue siendo de máxima actualidad en todo el mundo.
"Mi corazón se ha hecho capaz de adoptar todas las formas. Es prado para las gacelas y convento de monjes cristianos. Y templo para el idólatra y la kaaba del peregrino. Y las tablas de la ley y el libro del Corán. No le pongáis nombre a mi religión, pues es el amor cualquiera que fuesen las sendas que hollasen mis pies".
Muhyiddín Ibn Al-Arabí