En el mercado
Los percebes llegan al mercado frescos y crudos, aunque en los últimos años también se pueden encontrar congelados.
A pesar de que se captura durante todo el año, el punto álgido para sus ventas se da en Navidad, en concreto cerca de un 20% del total anual.
A la hora de adquirirlo se debe tener en cuenta que este crustáceo permanezca adherido a una porción de roca. Así se introducirá en el refrigerador hasta el momento de su consumo (1 ó 2 días como máximo).
Si se compra congelado es necesario mantenerlo a temperaturas que ronden los 18-22 grados bajo cero durante un periodo máximo de 2-3 meses.
En la mesa
El percebe es un bocado exquisito, escaso y que deja en el paladar un intenso 'sabor a mar'.
Existe básicamente una forma de elaborarlo en cocina: hervirlo o cocerlo inmediatamente antes de consumir.
El proceso a seguir consiste en lavarlos previamente con agua fría e introducirlos en agua salada hirviendo con una hojita de laurel. Cuando el agua vuelva a bullir se retiran.
A la hora de comerlos existen dos tendencias generalizadas en hogares y restaurantes: tomarlos calientes o templados, y dejarlos enfriar.
No obstante, algunos chef también gustan de utilizarlos complementando recetas marineras de pescados y mariscos.