La melva o Auxis Rochei es el segundo pescado en capturas de la Región de Murcia y su consumo se remonta al período romano, extendiéndose su pesca y comercialización principalmente a partir de la obtención de salazones en las factorías costeras.
Se trata de un pescado del orden de los Perciformes, y la familia Scombridae, al igual que atunes y caballas, los denominados pescados azules.
Su cuerpo alargado, redondeado y compacto alcanza un tamaño algo menor de 50 cm. aunque excepcionalmente pueden llegar a medir un metro. En su apariencia física destacan los ojos, adelantados y pequeños con relación al resto del cuerpo. Carece de escamas, excepto en el coselete (tórax del pescado) donde dispone de al menos 6 grandes escamas bajo el origen de la segunda aleta dorsal. Las dos aletas dorsales se encuentran muy separadas, las pectorales son de reducido tamaño sin llegar a la línea vertical del área sin escamas.
Es azul oscuro, con un ligero clareo en el vientre, y cabeza negra o púrpura. En la zona que carece de escamas dispone de bandas anchas oscuras. Las aletas pectorales y pélvicas presentan tonalidades púrpuras con el margen interno oscuro.
Se trata de una variedad del bonito, por lo que se asemeja bastante a su complexión física, diferenciándose de éste por unas rayas oscuras a ambos lados de la zona dorsal y por presentar mayor separación entre sus aletas.
Hábitat y alimentación
El hábitat principal de los ejemplares adultos suele ser las aguas costeras, alcanzando profundidades de hasta 10 metros. Se trata de un pez que se mueve en bancos y realiza grandes migraciones.
Su alimentación está basada en otros peces de menor tamaño, crustáceos y calamares.
Propiedades nutritivas y salud
La melva pertenece a los considerados pescados azules y su carne es rica en ácidos omega-3.
En su composición destacan las vitaminas del grupo B, favoreciendo la formación de glóbulos rojos, mejorando la síntesis de material genético y regulando el funcionamiento de los sistemas defensivo y nervioso. También las vitaminas liposolubles están presentes en los pescados azules, principalmente A y D, provocando en el organismo una mejor resistencia a las infecciones, y reparando tejidos. La vitamina A, además, actúa en el correcto funcionamiento de órganos vitales como el hígado, mientras que la D absorbe el calcio fijándolo en los huesos.
Entre los minerales presentes en la melva se encuentran el fósforo, magnesio, hierro y yodo. Estos son los encargados de fortalecer los huesos, la actividad muscular, el sistema digestivo.