Sistema de dinamos del Submarino Peral [Isaac Peral]
Sistema de dinamos del Submarino Peral


     A lo largo del tiempo de construcción que llevó el submarino, poco más de dos años, Peral se dedicó a prever y resolver cada uno de los aspectos que éste incorporaría y que debían tenerse en cuenta. El resultado fue un invento genial y verdaderamente innovador, que incorporó multitud de sistemas que hoy siguen en uso, o que han sido la base de los sistemas posteriores, más complejos, como es natural.

     Dos fueron las innovaciones más sobresalientes, las que le han valido a Peral el nombre de "inventor del submarino", a pesar de que este tipo de navegación ya existía: el aparato de profundidad y la incorporación de armamento. Anteriormente, los ataques con torpedo se hacían de buque a buque, sin posibilidad de permanecer oculto y a salvo. Sin embargo, hubo más inventos ingeniosos, algunos de los cuales fueron patentados por Peral durante el periodo de construcción de su nave.

El aparato de profundidades

     Así llamaba Isaac Peral a su invento desde los comienzos. Y fue así porque en este sistema radica la novedad y el aporte central del submarino, que con él podría sumergirse y mantener la profundidad automáticamente. Fue el órgano vital de la nave. Se trataba de un sistema que actuaba sobre la marcha de las hélices para que el submarino se moviera de la manera pretendida. Hacía mover unas hélices situadas en los extremos. El aparato de profundidades también preveía la inmersión o salida a flote por medio del llenado y vaciado automático de unos tanques que se encontraban en la parte inferior del submarino. Además, un péndulo de nivelación hacía que, al inclinarse longitudinalmente el submarino, se pusieran en funcionamiento las hélices hasta colocarlo horizontal. Estrechamente vinculado al aparato de profundidades, un invento adicional fue "el acusador de fallos de los acumuladores", que permitía al Comandante prever cualquier infortunio.

Otros ingeniosos aparatos

     El periscopio o anteojo marinero ideado por Peral fue una innovación genial de la época, y desarrolló el principio de funcionamiento de los actuales periscopios. Por medio de una sucesión de prismas dentro de un tubo, que salía fuera por la torreta, se proyectaba la visión del exterior sobre la mesa de la caseta de derrota y se podía calcular la distancia a la que se hallaba el blanco a batir.

     Una aguja magnética compensada, fundamento de las posteriores agujas giroscópicas, fue otro de los inventos del Comandante Peral. Gracias a un ingenioso sistema de compensaciones anulaba la interferencia de los propios aparatos eléctricos del buque, haciendo que la aguja marcase el Norte magnético.

     De gran importancia para los objetivos de este torpedero fue el purificador de aire. Por medio de una bomba de aire comprimido que funcionaba eléctricamente, conseguía sacar al exterior el aire viciado y recambiarlo por aire puro reservado en depósitos. La sirena eléctrica o silbato fue también una innovación, pues hasta entonces era desconocida.

     Una mención especial merece, por lo curioso, el limpiador de los portillos de la torreta. Un sistema similar al que incorporan hoy los vehículos para limpiar los cristales. En los del submarino, Peral añadió la posibilidad de echar un chorro de agua dulce para que mantuvieran clara la visión del exterior.

     También fue invento de Peral el ajustador de puntería de los torpedos, que luego se generalizó en todos los sumergibles posteriores al del cartagenero; lo mismo que los reflectores eléctricos de arco o proyector eléctrico, que emitía una luz y ésta, recogida por lentes y espejos, conseguía iluminar hasta 150 metros alrededor del submarino, facilitando la navegación bajo el agua.

     Este cúmulo de pequeños hallazgos se sumaba a las dos grandes innovaciones del Submarino "Peral", su propulsión y su armamento, que hicieron de éste el prototipo de todos los demás submarinos existentes hasta la Segunda Guerra Mundial.