El foro en el mundo romano se situaba en una gran plaza, generalmente porticada y rectangular, que contenía las edificaciones más representativas del poder político, administrativo, religioso e incluso comercial de la urbe.
El foro (de la expresión latina forum, plaza del mercado o lugar al aire libre) surge de las grandes plazas abiertas y sin edificios en las que los habitantes de la ciudad se reunían los días de mercado, celebraciones religiosas o ante algún evento público. Con el tiempo, tanto la república como el Imperio Romano, emplearon el foro como el lugar donde demostrar el poder que emergía de la clase política y militar de Roma.
Por esta razón, en las colonias que adquirían cierta importancia se monumentalizaron sus foros, como ocurrió en Carthago Nova tras adquirir la condición jurídica de colonia (COLONIA VRBS IVLIA NOVA CARTHAGO) en el siglo I a.C.
Aspecto de un foro romano
Las construcciones habituales en un foro abarcaban el ámbito religioso, con los templos, político, la curia, y económico, con la basílica.
La plaza quedaba rodeada por un porticado sustentado en columnas y que podía elevarse 1 o 2 alturas.
El pavimento que cubría este noble espacio solía emplear planchas rectangulares de caliza o mármol, donde se incorporaban inscripciones talladas en la piedra y recubiertas con letras de metal de diferentes calidades (oro, plata o hierro) que hacían referencia a los patronos de la ciudad o a las personalidades que habían contribuido económicamente a la construcción del foro.
También podían abundar en el espacio del foro las estatuas de los patronos de la ciudad, miembros de las familias de la clase alta de la población, musas, dioses y esculturas conmemorativas. Éstas se ubicaban entre las columnas del porticado o bien dispersas aleatoriamente por el espacio abierto.
Otro de los elementos habituales en el foro fue la tribuna, una construcción elevada donde se colocaban los oradores para comunicar diferentes hechos a la población.
El foro de Carthago Nova
En la ciudad de Carthago Nova el foro se localizaba entre la ladera meridional del Cerro del Molinete y la falda septentrional del Cerro de la Concepción, ocupando parte de la ubicación que en la actualidad tiene la Plaza San Francisco.
Se trataba de un espacio rectangular de unos 35,51 metros de anchura por 84,8 metros de longitud, condicionado por la topografía de la zona y dividido en dos terrazas a diferente altura, unidas a una tercera terraza más elevada donde se ubicaba el Templo Capitolino.
El paso entre estas explanadas se realizaría mediante escalinatas, como demuestran las excavaciones arqueológicas con el descubrimiento de un frente de aproximadamente 35 metros de ancho que salva un desnivel de 3 metros entre la terraza Capitolina y la primera terraza del foro. Esta diferencia de altura sería salvada con dos escalinatas simétricas de 12 peldaños y 3,7 m de anchura cada una, colocadas en los extremos, que permitiría acceder a esta terraza superior, y que estarían delimitadas por antae de sillares de caliza.
Entre estas dos escalinatas se abren cinco vanos semejantes en dimensiones (2,40 m de longitud por una anchura de 2,60/2,80 m), separados por muros de arenisca en grandes sillares rectangulares de aproximadamente 1 m de longitud por 0,45 ó 0,60 m de anchura. El fondo de estos vanos estaría realizado en opus cuadratum.
La primera terraza también está marcada por los restos de la tribuna (9 metros de largo por 4,5 de ancho) y próxima a ella vestigios de lo que sería una torre de agua o Castellum dividiculum. Esta explanada quedaría separada de la elevación del Templo Capitolino por una calzada que tras la monumentalización del foro sería cubierta por el enlosado definitivo.
Tras cruzar el porticado del flanco oeste del foro, se accedería a la Curia de Carthago Nova. En esta misma terraza quedaría ubicada una inscripción en el pavimento que hacía referencia al personaje que financió el enlosado del foro y que reza: C · LAETILIVS APALVS · FORVM.
La comunicación entre esta primera terraza y la segunda se realizaría mediante escalinatas (se desconoce si se prolongarían en el ancho total del foro u ocuparían un espacio central más reducido).
La segunda terraza, de mayor extensión que la primera, se extendería desde una línea próxima a la tribuna hasta el cierre sur del foro, marcado por tres tabernas porticadas encontradas en las excavaciones de ese lugar. Estas tabernas poseerían unos 5 metros de anchura por 6,70 m de longitud, y quedarían abiertas hacia el interior de la plaza a través de umbrales de travertino rojo o caliza gris provistos en sus laterales de pilastras. Los muros que delimitaban estos comercios y los separaban entre sí serían de mampostería y su anchura llegaría hasta los 0,60-0,80 metros. La mayor anchura del foro (35 metros aproximadamente) muestra que este cierre sur comprendería alguna edificación más, posiblemente tabernas.
La basílica (identificada según los especialistas a través de columnas halladas junto al edificio del Augusteum) quedaría ubicada en el lado mayor orientado al Este.