En el siglo XVI la llamada Berbería abarcaba el norte de África, desde la frontera occidental de Egipto hasta la costa Atlántica. En su interior, las avanzadas de Berbería eran plazas o ciudades norteafricanas conquistadas por la Corona Imperial hispánica tras la toma de Granada. Estos emplazamientos, de gran importancia militar y estratégica, permitían vigilar, informar e incluso impedir la llegada de expediciones berberiscas a los territorios de la Monarquía.
Las principales plazas de Berbería que consiguieron los españoles en sus primeras expediciones fueron: Mazalquivir, Orán, Argel (que reconquistaron los turcos en 1516 convirtiéndose en un importante centro corsario del Mediterráneo), Túnez, Bugía, Trípoli, El Peñón de Vélez de la Gomera, la Goleta y Melilla. A ellas se sumarían en 1578 Ceuta y Tánger, antiguas posesiones portuguesas incorporadas a la Corona Española, pasando Tánger a estar bajo dominio inglés en 1643.
Aunque la mayoría de las avanzadas contaban con una población casi en su totalidad militar, Orán llegó a ser una plaza perfectamente urbanizada que contaba con una judería de 500 personas y daba cobijo a buen número de mogataces (moros de paz). Entre civiles y militares, su población en el siglo XVIII ascendía a 10.000 habitantes. Melilla, considerada como presidio menor (ciudad o fortaleza que se podía guarnecer de soldados) apenas contaba en el siglo XVIII con una guarnición de 800 hombres, lo que denota su poca importancia.
Por el contrario, en Ceuta, al igual que en su vecina Tánger, se estableció y consolidó progresivamente una importante población civil. Ceuta contaba en el siglo XVII con una guarnición de 1.000 hombres, que se incrementaba en momentos de riesgo de ataque. En el siglo XVIII tenía aproximadamente 8.000 habitantes, de los cuales unos 3.000 eran civiles, casi 4.000 soldados y los restantes, desterrados. En Tánger la población se incrementó paulatinamente cuando pasó a depender de la Corona Española en 1578, aunque la población portuguesa siguió siendo mayoritaria.
Del resto de las avanzadas se posee muy poca documentación histórica (caso de Argel, Trípoli o Túnez) debido al poco tiempo que estuvieron bajo el control de la Corona Española. En el caso de El Peñón de Vélez de la Gomera o la Goleta tampoco hay, ya que se trataba de emplazamientos muy reducidos.