Durante esta década, el escultor mantiene su técnica característica, si bien en algunas obras de esta etapa puso un especial empeño. Este es el caso de la Virgen de las Angustias de San Bartolomé; San Francisco y Santa Clara de las Capuchinas, y el San Antón de su ermita de Murcia.

     Se puede considerar esta época como de esplendor, en ella comienza a afianzarse su fama de artista, y comienza a aumentar el número de imágenes que salen de su taller. En está década aunque sin datación exacta, figura el siguiente grupo:

Santa Rita, en la Iglesia de Santa Catalina  (Murcia). Obra también atribuida por Sánchez Moreno a su padre, Nicolás Salzillo. Los rasgos de este último podrían apreciarse sobre todo en el espléndido trabajo realizado en el plegado de las ropas.

Dolorosa, en la Iglesia de San Miguel  (Murcia)

Santa Clara, en la Iglesia del convento de Capuchinas (Murcia)

     La Santa adoradora del Sacramento, está puesta de rodillas con las manos cruzadas sobre el pecho sin llegar a tocarse. Los dedos son de una finura incomparable. El rostro expresa un misticismo jamás alcanzado por Salzillo y quizás por ningún otro escultor español.

San Francisco, en la Iglesia del convento de Capuchinas (Murcia)

     Escultura que hace pareja con Santa Clara del mismo convento. San Francisco, también adorando el Sacramento, alza su cabeza implorante y conmovida, mientras una mano se apoya en el pecho y la otra cae en posición de súplica.

San Jorge, en la Iglesia del convento de Madre de Dios (Murcia)

     Representación clásica del santo vencedor del dragón, según la leyenda, seguramente inspirado en una pintura que existe en el mismo convento.

Virgen de la Leche, en el museo de la Catedral de Murcia

     Es un bajorrelieve inspirado en una pintura de principios de siglo XVIII, lienzo existente en la iglesia murciana de San Juan.

Esculturas del retablo mayor de la Iglesia del convento de las Anas en Murcia.

San Agustín, en la Iglesia del convento de Agustinas  (Murcia)

     Su actitud recuerda la de San Antonio Abad, las proporciones son perfectas y se inclina para mirar a los herejes que esta pisando.

     

     La Obra de Salzillo entre 1738-1747

1738

Virgen del Refugio o Socorro, en la Iglesia de San Mateo en Lorca

     Imagen destruida, se inspiraba según parece en la imagen de igual advocación que se encuentra en la Catedral de Murcia del Renacimiento y sin autor conocido.

Virgen de la Leche, en la Iglesia de San Mateo en Lorca

     Imagen destruida. Era la única de esta advocación realizada de busto entero, con las mismas características que el relieve que se encuentran en la imagen de la Catedral de Murcia, ambos se inspiraron en una pintura de principios del siglo XVIII.

1740

Virgen de las Angustias, en la Iglesia de San Bartolomé (Murcia)

     Esta es la primera de una serie que Salzillo hizo popular en la región. Es una obra sublime en técnica y expresión, la Virgen vuelve el rostro al cielo, en un gesto resignado de dolor, y sostiene en sus rodillas el cuerpo muerto de Jesús, es el único ejemplo de Cristos muertos realizados por el escultor, completan el grupo cuatro angelitos.

1742

San Jorge, en la Iglesia parroquial de Golosalbo, Albacete

1744

Purísima, en la Iglesia del convento de Madre de Dios (Murcia)

1746

San Antonio Abad, en la Ermita del Santo en Murcia

     Es otra de la mejores imágenes de Salzillo, tiene una portentosa expresión de las facciones, sus cabellos y barba parecen ondear al viento

Virgen de las Angustias, en la Iglesia de San Mateo de Lorca

San José, en la Iglesia Parroquial de Ricote