El 27 de octubre de 1.929 se celebró en algún lugar de Jumilla un encuentro entre el Jumilla y el Pinoso en el que ambos contendientes se disputaban un trofeo, que los locales acabaron ganando por 7-0.
El encuentro no tendría más importancia que otros muchos que se jugaron en esa época de no ser porque hemos podido rescatar la crónica del mismo: la primera crónica que se conserva de un partido disputado por el Jumilla y que reproducimos a continuación de forma literal:
Jumilla: Juanete; Ramón, Gúmer; Piquito, Banderas, José María; Ramiro, Ginesillo, Horacio, Piñón y Bernal.
Pinoso: Bernabeu; Guardiola, Cati; Azorín, Vidal, Serrano; Mira, Martínez, Rico, Poveda y Deltell
Árbitro: Señor Carrión
A la hora de comenzar el partido nótese el campo un gran lleno, dado el interés que el público tenía por presenciar el partido final de la copa, disputada en dos partidos, en el primero resultó vencedor el Jumilla por 3 a 1 y el segundo por la aplastante victoria de 7 a 0
A las tres y media en punto y a las órdenes del Sr. Carrión empieza el partido. Elije campo el equipo forastero a favor del aire y saca el equipo local, haciendo un bonito avance por sus delanteros al lado izquierdo, que corta el medio centro forastero que entrega el balón.
Dominan estos por unos minutos pero la defensa local, Gúmer y Ramón que actúan soberbiamente durante todo el partido desbaratan todos los avances del equipo forastero. A los seis minutos de empezar un cañonazo de Horacio vale el primer goal al Jumilla. Poco después viene el segundo en una colada de Piñón metiéndose con el balón en la misma portería. A los nueve minutos viene el tercero, de un chutazo de Horacio a la media vuelta, con algunas jugadas más por ambos bandos termina el primer tiempo.
Empieza el segundo tiempo con fuerte presión local que dura hasta el final del partido. En esta segunda parte se marcaron cuatro goals. El primero obra de Ginesillo, el segundo de Horacio, el tercero de Ginesillo y el cuarto de Ramiro.
Un detalle a tener en cuenta en este relato. En esta época todas las crónicas de los partidos de fútbol comenzaban contando la jugada que se producía después de que un equipo realizara el saque inicial, aunque esta acción no tuviera peligro alguno.