Librilla es el primer señorío jurisdiccional obtenido por los Fajardo. El procedimiento no fue una donación real sino su adquisición. Alfonso Yáñez Fajardo I compró la villa de Alfonso de Aragón, marqués de Villena, que la valoró en 95.000 maravedís. Villena había recibido este señorío en 1367 por su apoyo al partido de Enrique de Trastámara.
Es posible que al estar demasiado alejado de sus principales dominios, en 1381 el marqués decidiera desprenderse de Librilla, ocasión que aprovechó Yáñez Fajardo para convertirse en señor de vasallos.
El ascenso social de su linaje se produjo en estos años decisivos. Ligado a la Orden de Santiago, alcalde mayor entre moros y cristianos en la frontera de Granada, teniente de Adelantado y, finalmente, Adelantado Mayor del Reino de Murcia él mismo, en dura pugna con el conde de Carrión, perteneciente a la familia Manuel, Alfonso Yáñez Fajardo I logró ascender al primer puesto de la sociedad murciana, reteniendo el cargo deAdelantado Mayor del Reino de Murcia hasta su fallecimiento a finales de 1395.
Desde la posesión de Librilla, Yáñez Fajardo inició una carrera que condujo a su linaje a convertirse en los grandes señores del reino murciano, incorporando sucesivamente los señoríos de Alhama, Molina Seca y Mula.
En 1635 la villa tenía 150 vecinos y estaba regida, desde la administración marquesal, por el Alcalde Mayor de Alhama y Librilla. A finales del siglo XVI, los vecinos habían demandado al marqués de los Vélez ante la Audiencia de Granada por el cobro excesivo de tributos e incluso declarando que la villa pertenecía a la jurisdicción real, pero finalmente habían llegado a un acuerdo de transacción con el marqués.
En la villa los Fajardo construyeron unas caballerizas de postas