A la orilla del Segura, en su Vega Media, se encuentra un paraje de belleza cautivadora y variadísimos contrastes. El valle de Ricote se alza contra el paso del tiempo y arraiga en la más genuina tradición andalusí; su microclima y su orografía han sido moldeados por la gracia del río Segura y la labor civilizadora y continuada del hombre.
Un horizonte de palmeras, rodeadas de árboles frutales, con arrullos del agua cercana y huertos mimados con muchos soles, hablan al visitante de un pasado excelso en el cuidado a la tierra, otorgando a nuestro presente un auténtico oasis de riqueza medioambiental digno de las postales más exóticas.
No hace falta un tratado de urbanismo arquitectónico para apreciar la huella de lo mejor de la cultura árabe. En la Región de Murcia hay un paraje en el que el sonido de nuestros pasos reverbera en los oídos con rumores de minaretes. Sorprende el cambio de las tierras circundantes con la entrada al valle de Ricote, fértil huerta labrada con tesón donde los monumentos no son estatuas guerreras, sino norias para regar frondosos sauces alimentados en tranquilos meandros, cuyos más esplendorosos orígenes se los debemos a la presencia andalusí.
Los municipios de Cieza, Abarán, Blanca, Ricote, Ojós, Ulea, Villanueva del Segura y Archena, enhebran, abrazados al río Segura, el más bello rosario de parajes ribereños para el paseo o el deporte. Las rutas del valle de Ricote, hasta cinco destacamos hoy, nos conducen entre huertos frutales, al lado de norias para regar o ¿ñoras¿ (término autóctono, y, algunas de ellas, aún usadas en estos días), hacia huertas de hortalizas.
Es, en esencia, acercarnos al más puro espíritu de Murcia que aquí, en el valle de Ricote, es inseparable de la impronta árabe. La fertilidad de Cieza, la ingeniería norística de Abarán, la hegemonía del esparto en Blanca, la buena gastronomía de Ricote y su mejor vino, las coquetas terrazas arbóreas de Ojós, el cálido manto verde de Ulea, las sorprendentes estampas de Villanueva y las bondades del agua en Archena crean muchas posibilidades para estas rutas, para practicar senderismo, BTT, rafting, escalada, equitación o fotografiar anaranjadas puestas de sol.